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Las Asambleas del Pueblo cierran su comedor y merenderos

11.3.2020

Ante la irresponsabilidad y negligencia oficial en el caso de coronavirus del Hospital Argerich

El pasado sábado 7 de marzo falleció en el Hospital ARGERICH, Guillermo Gómez, de 64 años, vecino del barrio de San Telmo. Había sido internado allí el miércoles 4 con claros síntomas gripales: estado febril, problemas pulmonares, catarros y dolores musculares, los que se sumaban a un precario estado de salud previo caracterizado por un cuadro de diabetes e hipertensión. Pese a que su familia advirtió que el paciente había llegado de Francia apenas una semana antes y que su estado podría estar vinculado a la epidemia de coronavirus en auge, en ningún momento recibió la atención prescrita en los supuestos protocolos que, según las autoridades, rigen en estos casos.
En primer lugar, su esposa Nelly debió llamar en tres oportunidades a las ambulancias para que lo trasladaran al Hospital sin resultado alguno. Ante ese fracaso acompaño a Guillermo el lunes y martes a la guardia del Hospital donde recibieron, después de una larga espera, una atención deplorable y fueron derivados negligentemente a su domicilio. El miércoles, con su estado de salud agravado, con ayuda de su familia y amigos fue trasladado nuevamente al Hospital en un taxi, dada la imposibilidad de que alguna ambulancia acudiera a su domicilio, en la zona de Bolívar y EE.UU., es decir apenas a 15 cuadras del Hospital!! Lo dejaron en la guardia esperando desde el mediodía hasta casi las 18 hs, en un estado febril y con temblores, en un sector del hospital por donde circularon centenares de personas y personal, sin precauciones de ningún tipo. Recién a la hora mencionada, una médica atendió el reclamo, observó el cuadro y escuchó la info de que el paciente venía de Europa y que podía padecer la gripe en cuestión. Fue entonces cuando lo internaron, pero no en un ‘régimen de aislamiento’ sino en una sala común, donde estuvo hasta el viernes por la tarde, cuando su cuadro se agravó y fue trasladado a un sector de cuidados intensivos. Guillermo falleció el sábado por la noche. Poco después de su muerte se conocieron los resultados de los análisis realizados que determinaron que había estado enfermo de coronavirus…
Durante tres días el enfermo estuvo en contacto con centenares de pacientes y familiares, de personas que acudieron a realizar alguna consulta, con médicos y enfermeros y personal de maestranza y cocina…Todos ellos estuvieron (Y ESTÁN!!) en contacto con amigos, familiares, compañeros de trabajo, comparten transporte público con otros trabajadores, etc., etc… Y todos ellos pueden ser, ahora mismo, portadores del virus aunque no hayan desarrollado la enfermedad dado que el virus tarda varios días en manifestarse.
Esta es la información ocultada por los grandes medios y el gobierno local, pero es lo que saben los trabajadores del hospital, los sindicatos que los agrupan y la familia, vecinos y amigos del fallecido Guillermo. Pese a las desmentidas del gobierno de la Ciudad, el manejo del caso, el primero del país y de América Latina, ha sido deplorable, negligente y pone en riesgo de contagio a miles de personas que se atienden diariamente en el Hospital Argerich.
Las personas que acuden diariamente a nuestros comedores y merenderos se atienden en ese hospital y en su anexo en el barrio, el CESAC N° 15, de Humberto Primo y Bolívar, con el que comparte buena parte del personal médico. Peor aún, muchos de los compañeros que se encuentran en situación de calle, acuden por las noches a la Guardia del Hospital a dormir, para encontrar refugio y escapar de las brutalidades policiales. Todos ellos pasan por una situación económica angustiante y son población vulnerable y de alto riesgo ante la exposición al virus. Muchos de ellos han estado durmiendo en los bancos de la guardia los mismos días en los que Guillermo estaba en una camilla a pocos metros y más tarde vinieron a desayunar a nuestro Comedor. Otros se estuvieron atendiendo de sus dolencias recurrentes en esa guardia en la misma fecha y después vinieron a almorzar al Comedor. Lo mismo cabe para madres y niños que acuden al Merendero y que han estado –y siguen estando- expuestos al contagio allí.
Por todo lo señalado y sin caer en estados de paranoia y actuando sin exageraciones, creemos que se nos impone la necesidad de actuar con responsabilidad y urgencia, procediendo a cerrar el acceso al Comedor de la Asamblea (Chacabuco y México) y al Merendero Darío Santillán (México 640) hasta que la situación evolucione de manera favorable. A partir del lunes próximo, 16 de marzo, no abriremos –después de 20 años!- nuestras puertas. Los compañeros que asistían al Comedor y/o al Merendero, recibirán viandas que podrán consumir en sus casas o en donde crean oportuno, las que podrán ser retiradas de ambas sedes a partir de las 11:00 –Comedor- o a las 17:00 –Merendero-.
Esperamos que nuestros compañeros sepan entender esta decisión que, con angustia, nos vemos obligados a tomar. Pero creemos que es lo único que podemos hacer para evitar posibles contagios y, sobre todo, ante la inacción, negligencia y ocultamiento de información por parte de las autoridades.
RUBEN SABOULARD ANALÍA CASAFU SIMÓN BERNAL ANA MELNIK ÁNGELA MORÍN
COMISIÓN DE COORDINACIÓN ASAMBLEA DE SAN TELMO-ASAMBLEAS DEL PUEBLO

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