Difícil fin de año para trabajadores de gráfica porteña
Difícil fin de año para trabajadores de gráfica porteña
30.12.2012
Hace cinco años que los trabajadores de la cooperativa de trabajo Gráfica MOM ven amenazada su fuente de trabajo, conflicto que llevó en marzo de este año a la ocupación de la planta y la posterior organización cooperativa de los 16 trabajadores que hoy resisten en la ex empresa Lanci impresiones; tras la muerte de su antiguo dueño, la imprenta que lleva más de 40 años en el mercado de estuches de cartulina, fue heredada por su hijo generándose los primeros conflictos.
Durante el año 2008 los trabajadores tuvieron que soportar una remuneración de $100 semanalesmientras mantenía el ritmo habitual de producción y escuchaban a diario las promesas de que la cosa iba a salir adelante, ante el reclamo su nuevo dueño les pedía paciencia a la vez que dejaba de pagar las cargas sociales, vacaciones y ART.
En el 2010 se regularizan por unos meses los salarios, aunque de la deuda no se habla, en septiembre de ese mismo año vuelven el pago semanal con la excusa clásica de que los números no cierran, los trabajadores comenzaban a impacientarse; durante el 2011 la lucha se acrecienta y la bronca comienza a despertar, frente al reclamo de la deuda la respuesta era para indignarse según cuenta Adrián “solía respondernos la puertas están abiertas si te gusta bien, sino haceme juicio total nunca lo vas a cobrar”.
En marzo de este año el dueño desaparece por unos meses sin dejar rastros, al regresar confiesa que se había tomado unas “merecidas vacaciones” mientras ostenta un lujoso automóvil importado, aquella reunión fue el comienzo de la lucha, desde fines de mayo los trabajadores tomaron la planta y resisten.
Pese a las denuncias del Sindicato Gráfico en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y el reconocimiento de la deuda por parte de la patronal no se cumplió el pago en ninguna de las instancias, el reclamos es por los años 2008 a la fecha más lo correspondiente en negro de las horas extras; los más absurdo es que su antiguo dueño denuncia a los trabajadores de usurpadores, los mismos simplifican en una frase el reclamo “Simplemente queremos lo más sencillo, sólo conservar nuestra fuente de trabajo“.