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“La gestión del PRO se maneja siempre a oscuras y por la espalda”

20.3.2015

Vecinos del barrio Parque Avellaneda se movilizaron por el intento del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de privatizar la Casona pasando por encima de la Ley 1153 y la Mesa de Trabajo y Consenso. Hablamos con Fabio Oliva (F.O) vecino y participante del proceso de gestión del parque, sobre la experiencia y la situación actual. Red Eco Alternativo
 

(Lara Tufaro –Red Eco) Ciudad de Buenos Aires –  La alarma se accionó entre los vecinos cuando una nota de la Dirección General de Espacios Verdes firmada por el titular de la cartera, Nicolás Quintana, comunicaba a otras dependencias del gobierno porteño que a partir del 24 de noviembre, las reparticiones que requirieran el uso de las salas de exposiciones de la Casona deberían pedir su autorización ignorando la gestión conjunta establecida por Ley desde 2003.
El domingo pasado realizaron una jornada cultural de protesta y lograron que funcionarios del Ministerio de Cultura se acercaran a la asamblea y manifestaran su “disenso” con la nota firmada por Quintana y se comprometieran a formar una mesa de trabajo junto a los vecinos para definir un programa de uso de la Casona, respetando la ley 1153.

Historia y comienzos
 

La experiencia del Parque Avellaneda comienza con el arranque de la democracia. Entre los años ’84 y ‘85 empieza a haber movimientos en el barrio que tenían que ver con una búsqueda de los vecinos y vecinas en participar. En el año ’89 se propone armar un espacio que se llamó CESAV (Centro de Estudios Sociales y Actividades Vecinales) para pensar específicamente las problemáticas del territorio del barrio, que en ese momento poca gente lo tomaba como propio. Al comienzo, esto fue visto como un problema ya que para la participación y el compromiso político es de fundamental importancia la identidad vecinal. En ésta búsqueda de identidad, los vecinos se encontraron con el Parque Avellaneda, el núcleo simbólico y significativo del barrio, que le daba el nombre y que contenía su historia.
En los ’90 el Parque estaba realmente destruido, abandonado por un proceso de varias décadas donde la dictadura había sido el eslabón desencadenante de un proceso de destrucción y abandono del lugar público; fue así que comenzó un trabajo de recuperación del parque, siempre sintiéndolo como parte fundamental de la identidad del barrio. Así, comenzó a armarse una red de instituciones con el CESAV como nexo entre ellas.
Con el paso del tiempo este conjunto de instituciones, se fueron encontrando con la necesidad de adquirir una metodología de trabajo,  para lo cual  comenzaron las jornadas abiertas y públicas en las que se elaboró el primer Plan de Manejo. En el que se hizo un diagnóstico de la situación del Parque y una planificación a 5 años de un proceso de recuperación teniendo como ejes principales la gestión asociada entre vecinos y gobiernos de turno, las estrategias culturales y medioambientales, y por último , un eje regional urbano que tenía como función  principal pensar el Parque en la Ciudad.
Con Enrique Olivera como Vice Jefe de Gobierno, se presentó el Plan de Manejo dejando claro que la experiencia del Parque Avellaneda era de los vecinos del barrio; es decir, ellos no querían entregar el Plan y que el gobierno de turno decida qué hacer con él, sino que querían participar activamente. En principio esto fue mal visto por el gobierno de Fernando de la Rua y durante un año, abogados de por medio, el plan quedó trabado en cuestiones legales. Esto llevó a que se le proponga al  Gobierno de la Ciudad crear la Mesa de Trabajo y Consenso.
En Noviembre de 1997 se realizó la primera reunión de dicha Mesa para gestionar el Plan de Manejo, pidiéndole al Gobierno que nombre un administrador para gestionarlo en el contexto de la Mesa de Trabajo y Consenso. A partir de este momento y en los cuatro años siguientes  el Parque tuvo  una transformación muy importante. En las reuniones de la Mesa se evaluó que había que revisar el Plan para sumar más vecinos y fortalecer el sistema que se venía armando. Lo que surgió entonces fue la necesidad de institucionalizar todo lo que se había mediante una Ley de la Ciudad que reconociera la experiencia del Parque. En 2003 es sancionada la ley 1153, que reconoció al Parque como Unidad Ambiental y de Gestión Participativa, le asignó a la Casona de los Olivera dos usos bien definidos: Sede de la Gestión Asociada y Centro de Arte Contemporáneo  y a la MTC como el espacio de toma de decisiones y al Plan de Manejo para marcar el rumbo de lo que se tenía que hacer.
En el 2007, cuando asumió el macrismo la gobernación de la Ciudad de Buenos Aires, los integrantes de la MTC trataron de llegar a acuerdos con el GCBA para  llevar actividades en conjunto, lo que fue imposible de concretar. “Desde un primer momento intentamos. Le enviamos una nota a Mauricio Macri invitándolo a la mesa, diciéndole que había una posibilidad de trabajo” recordó Fabio Oliva que es miembro de la Mesa de Trabajo y Consenso, y agregó: “En un principio vinieron algunos funcionarios de Desarrollo Urbano y estuvimos un año teniendo reuniones para ver si había posibilidad”. De acuerdo a lo relatado por Fabio, no hubieron muchas intenciones de acercarse al modo de trabajo participativo que caracterizaba al Parque Avellaneda, pero aun así “mantuvieron un administrador pero siempre esos administradores han ninguneado todo lo que se venía desarrollando, a la Ley, al espacio de la Mesa; no faltan a los plenarios pero mantienen una una situación de que no saben lo que quieren hacer sus jefes y no tienen capacidad de gestión, el administrador es una figurita. La realidad es que no hay posibilidades de una gestión asociada, no hay un gobierno que tenga voluntad de trabajar de esta forma y lo vemos reflejado en esta cuestión de la casona.”  
    
LT: ¿Y ustedes cómo se enteraron de este intento de privatización y de ir por sobre la MTC?

F.O: Tenemos cierta experiencia política y capacidad de anticiparnos. En el 2010 ya quisieron modificar la Ley y como se construyó una red muy grande de personas que conocen la experiencia un legislador nos llamó un día antes y logramos frenar que se modifique. Y en este caso, viendo que se terminaba la obra después del incendio de hace 3 años en la Casona, ya le entregamos un documento al administrador, diciendo cómo tenía que ser la inauguración y cómo se tenía que volver a los usos que tenía; ellos no nos venían contestando ese documento; hasta que un día nos encontramos a un funcionario que está por encima del administrador que es el Director de Grandes Parques y el Director General de Espacios Verdes, Nicolás Quintana, y le dijimos “nosotros les presentamos un documento” y nos dijo que ellos ya tenían una resolución de cómo se va a usar la Casona. Bueno, en el plenario de Diciembre del año pasado, recibimos ese documento que ignoraba a la Mesa y planteaba esta situación de semi-privatización o de arranque de un proceso de privatización en el cual solo la podés usar si podés pagar un seguro, si tenés gente matriculada que te haga las instalaciones dentro de la Casona, cuando eso no funcionaba de esa manera. Y además la habilita a cualquier uso, porque no dice que es un Centro de Arte Contemporáneo, sino que vos tenés que decir para qué la querés usar, y ellos van a autorizar o no ese uso; y tenemos experiencias porque por ejemplo en el teatro San Martin se ha festejado el cumpleaños de quince de la hija de un funcionario del PRO.
Después apareció una agrupación que era una fundación en la casona, que estaba mirando la casona como para hacer un montaje y ellos informaron que tenían un acuerdo con la Dirección de Espacios Verdes para inaugurar una muestra con el sistema de ese permiso de uso, o sea sacando un seguro por $ 20.000 mínimos y con un circuito que ignoraba al Centro Cultural Chacras de los Remedios (la Casona), entonces ahí fue que se hizo un plenario extraordinario y se decidió arrancar con este plan de resistencia y fortalecimiento de la Mesa.

L.T: ¿De qué maneras afectaría esta resolución a la Ley 1153?

F.O: En principio ni la menciona, hay un pasar por arriba, desconociendo. Una nota de un Director General de un Ministerio no puede ignorar y pasar por encima una ley de la Ciudad de Buenos Aires. Entonces si él quiere emitir una nota con respecto a los usos de la Casona, lo primero que tiene que decir es “cumpliendo con la ley 1153 y el Plan de Manejo de la Casona de los Olivera como Centro de Arte Contemporáneo, los usos pueden ser de tal manera”, respetando esa ley que está por encima de una nota de un director. Es un incumplimiento de funcionario público, un funcionario público no puede emitir documentos que incumplan las leyes de la Ciudad.

L.T: ¿En qué consistió y cómo sintieron que salió lo que se vivió el Domingo?

F.O: El principal acuerdo de ese Plenario Extraordinario fue de reconocer que nuestra mayor fuerza y nuestra mayor herramienta de lucha es primero dar publicidad de lo que pasa en el Parque. La gestión del PRO se maneja siempre a oscuras y por la espalda, no hace públicos los hechos que quieren desarrollar porque si están incumpliendo una ley sin duda necesitan que eso no se sepa, y es muy importante entonces hacer una fuerte difusión de lo que estaba pasando en el Parque, por eso se eligió esta jornada que fue básicamente una jornada informativa. Y nuestra otra herramienta es activar a esa pequeña red que había empezado en el ’84, y verificamos que sigue activa, que sigue presente y que había crecido. Fue muy importante ver que la convocatoria, si bien nuestros recursos son escasos, fue muy amplia. Y principalmente vos hablabas con la gente y la gente conocía la experiencia en la mayoría de casos, y te decía que la iba a apoyar con mucha fuerza y que contemos con ellos para defender al espacio público. Lo que necesitábamos nosotros era sentir que no estamos aislados sino que hay mucha gente y muchas organizaciones que están entendiendo que Parque Avellaneda no es solo importante por Parque Avellaneda sino es importante como experiencia de la Ciudad. Porque en el resto de los espacios públicos se está avanzando de una manera indiscriminada porque no tienen los mecanismos de defensa que Parque Avellaneda supo construir en el tiempo, esta ley y todas estas herramientas. Y nuestra Ley  no la pudo modificar entonces, sin duda, somos una situación muy molesta, estamos en las antípodas de lo que esta gestión piensa del espacio público; el espacio público lo quiere para pocos y nosotros decimos que el espacio público es nuestro, es de todos. Parque Avellaneda anticipó en el año 2003, el proceso de lo que después fueron las Comunas, porque las decisiones, dijimos en esa ley, se tienen que tomar en el territorio, con los actores del territorio. Y eso es la descentralización, y eso tendrían que ser las Comunas, el territorio participando junto al gobierno y no quitándole el rol fundamental que tienen los gobiernos, sino revalorándolos porque en la medida que toman decisiones con el territorio, la función pública también se fortalece. Nosotros no queremos correr al Estado del Parque, de hecho lo trajimos, el parque estaba abandonado y nosotros hoy colocamos Estado en el parque, hay más de cien personas que trabajan hoy en el Parque Avellaneda gracias a la experiencia participativa; muchas veces nos dicen ´ustedes quieren gestionar el parque solos´ y no, la nuestra no es una experiencia autogestiva, es una experiencia cogestiva. Nosotros decimos que la ciudadanía es co-responsable aunque el decisor político es el último que lleva adelante las políticas públicas, pero éstas se construyen dentro de un proceso de consenso, donde los actores del territorio y la sabiduría popular, el saber de la gente toma un rol fundamental en esa construcción de política.
El Parque está lindo porque hace 25 años los vecinos y trabajadores lo recuperamos de la fragmentación y el abandono, instalando la experiencia de participación ciudadana más importante de la ciudad; con la ley 1153 que reconoce el Parque como unidad ambiental y de gestión participativa, al plan de manejo como elemento ordenador y la Mesa de Trabajo y Consenso como el ámbito de gestión asociada por consenso. ¿Sabías qué el artículo 1 de la constitución de la ciudad y la Ley 1153 se incumplen sistemáticamente impidiendo la participación ciudadana? Durante 8 años de la gestión macrista la Casona solo estuvo abierta 4 años con intermitencias por negligencias y desidia de los funcionarios. Para exponer en la casona deberíamos pagar ahora $ 20.000 cuando antes era gratis, ya se produjeron dos incendios sospechosos: en la casona y Tierra Verde; que destruyeron Patrimonio de la Ciudad y de la Ley de Área de Protección Histórica 3042. La Casa de la Reconquista ubicada en Lacarra y Tandil hace más de 3 años está cerrada y no hay miras de recuperarla para uso público e incluso está siendo usurpada. Para poner en marcha el trencito se invirtieron más de $ 350.000 en el año 2011 y aún no funciona, ahí está durmiendo su larga siesta. El presupuesto para desarrollar proyectos en el parque es $ 0, el que tendría que manejar la Mesa. Te invitamos a sumarte a la defensa del espacio público. Quintana el parque no es tu quinta, le decimos, el parque es nuestro y es de todos”.

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