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Buenos Aires cumplió 436 años: ¿Algo para celebrar o mucho para recordar?

12.6.2016

Por El Orejiverde

El 11 de junio de 1580 Juan de Garay refundaba Buenos Aires. En medio de actos oficiales, el Estado y la sociedad siguen negando que por aquellos días la verdadera gesta fue la de los querandíes que mantuvieron en alto la llama de la resistencia y la libertad.

El viernes por la mañana el gobierno porteño se apresuró en inaugurar una placa de la Legislatura de la Ciudad, homenaje que había sido aprobado en la sesión del día jueves. El acto fue en la estatua que este conquistador tiene a un costado de la Casa Rosada.

Desconocemos si algún legislador o miembro del gobierno tuvo presente en dichos actos las campañas de exterminio contra los querandíes que Garay y sus hombres llevaron a cabo, obligando a los sobrevivientes a dejar finalmente sus territorios ancestrales y emigrar hacia el interior de las pampas.

Pero lo que trascendió desde las esferas oficiales fue el acto en la Legislatura y el posterior homenaje en el emplazamiento de la estatua, que dicho sea de paso está a pocos metros de donde el anterior gobierno colocó la de Juana Azurduy en reemplazo de la de Colón ¿Y con la de Garay qué pasó entonces que nadie dijo nada? ¿Eliminamos a Colón y dejamos a Garay? Y atención que no es que estemos preocupados particularmente por eliminar estatuas de los escenarios urbanos -podríamos más bien empezar a agregar figuras históricas como las de los caciques, por ejemplo- sino el comenzar a tener desde las esferas gubernamentales y de la sociedad una mirada más equilibrada e integral, para que podamos tener con nosotros a toda la historia y no solo un fragmento empobrecido. Pero ahí permanece el conquistador, atravesando gobiernos de muy distintos colores políticos y siendo aún objeto de celebraciones.

Actos oficiales y repudios de organizaciones indígenas

Al adelantar un día el homenaje desde el gobierno de la ciudad evitaron el trago amargo del año pasado, cuando pacíficamente miembros del Movimiento en Defensa de la Pacha Punta Querandí se expresaron durante el acto oficial con la bandera “Nada que festejar, Garay genocida” y repartiendo volantes sobre la crueldad del conquistador.

Una intervención que esta organización pensaba repetir ayer por la mañana, “porque queremos abrir el debate, ser escuchados y que se deje de silenciar la voz de los pueblos originarios. Como dijeran el año pasado, “no vamos a dejar nunca más que se reivindique la ‘obra’ de Garay ignorando la matanza de miles de hermanos y la desaparición de culturas enteras. Volveremos todos los años a este acto para que se escuchen otras voces”.

Es que con justa razón esta y otras organizaciones sostienen que la historia como habitantes de este territorio no se inicia con la conquista europea, sino que se remonta a los miles de años de desarrollo de las culturas originarias y es en ese marco que se reivindica la resistencia que emprendieron los pueblos indígenas de estas tierras.

La historia oficial no habla mucho de la derrota sufrida por los conquistadores en la primera y fracasada fundación de Buenos Aires por Pedro de Mendoza (1536-1541), a manos de cientos de guerreros de los pueblos querandí, guaraní y chaná .Tampoco cuenta mucho de las matanzas llevada a cabo por Garay incluida la muerte del cacique querandí Tabobá o que el propio conquistador perdió la vida al ser muerto por otro jefe indígena, Manuá, en 1583, luego de lo cual los pueblos originarios avanzaron sobre Buenos Aires bajo el mando del cacique guaraní Guayuzaló o Guazuyalo en uno de los últimos intentos de la resistencia.

Todavía falta mucho para que los poderes políticos de turno entiendan que no se puede seguir conmemorando hechos ligados a la conquista y a la posterior masacre de los pueblos originarios. Por lo pronto nuestra tarea es la de llamar la atención sobre el papel protagónico de esos pueblos y su digna lucha por la defensa de sus territorios, formas de vida y cosmovisiones.

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