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Guillermo Calviño, exjefe de la Policía Federal, detenido por coimas

16.6.2017

Tenía orden de captura y este viernes se entregó. Es investigado en la misma causa por la que detuvieron al jefe de la Policía de la Ciudad nombrado por Rodríguez Larreta, José Potocar.

 

Guillermo Calviño se entregó en los edificios de Tribunales, minutos después de que el juez Ricardo Farías ordenara su detención, en el marco de una causa que investiga una red de corrupción policial.

El fiscal José María Campagnoli había solicitado que se lo detuviera. Según denuncia, en la comisaría 35° funcionaba una "asociación ilícita" que cobraba coimas a comerciantes y "trapitos" de los barrios de Núñez y Saavedra.

Calvino formaría parte de esta asociación delictiva, la misma por la que detuvieron hace poco al que fuera el jefe de la flamante Policía de la Ciudad, José Potocar.

Calviño se desempeñaba como asesor del Ministerio de Seguridad porteño. Estuvo a cargo de la fuerza federal durante al traspaso al ámbito porteño. Debido a las denuncias en su contra, no fue el elegido para dirigir la Policía de la Ciudad.

Tiempo al tiempo: se necesitó poco para que se conociera que el elegido, Potocar, estaba igual de sucio que Calviño.

La policía de la Ciudad, que Cambiemos intentó mostrar como una fuerza transparente, renovada y preparada, resultó ser una fuerza corrupta más. No podía esperarse otra cosa, dado que su génesis proviene de la fusión de dos fuerzas ya conocidas por su corrupción y abusos de poder: la Metropolitana y la Federal.

Como se ve, para dirigir la nueva policía al servicio del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, eligieron al menos corrupto o a quien, públicamente, tenía menos denuncias en su contra.

Sin embargo, a la larga saltó a la luz que tanto Potocar como Calviño (y quién sabe cuántos más) son todos de la misma calaña.

Casualmente ayer se viralizó un video en el que un agente de la Policía de la Ciudad le quita la franela y le impide a un "trapito" ganarse unos pesos en la calle.

Las empresas de medios de comunicación festejaron la actitud "heroica" del agente. ¿Será que el joven pobre se negó a pagar una coima?

Como demuestran las detenciones de Calviño y Potocar, las fuerzas represivas hacen sus negocios y engordan su caja chica a costa de la necesidad de las personas que trabajan en la calle y que son demonizadas por los medios.

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