Comunicadores del Sur

www.comunicadoresdelsur.com.ar

 

Larreta ajusta a los más pequeños

29.10.2018

El Pro quiere cerrar el lactario de la Escuela Infantil Nº6 que se encuentra en el mismo predio que el Hospital Ramos Mejía. Las docentes se enteraron a través de los padres que no pudieron acceder al sistema para anotarse. Serían 45 las vacantes que no se renuevan.

 

Trabajadoras y trabajadores del Hospital Ramos Mejía, docentes, madres y padres de la Escuela Infantil Nº 6 del Distrito Escolar 6, se encuentran en estado de alerta, por el inminente cierre del lactario de la institución. Según el Gobierno de la Ciudad la desaparición del establecimiento educativo sería de modo progresivo hasta concluir en el 2020. La primera medida tiene como blanco al lactario, seguiría por la sala de 1 y 2, luego la de 3, 4 y 5 y se reorganizará en la escuela a construir en la manzana 66 prevista para ese año.

“Vemos varias cuestiones. En principio la privatización de la educación. Esto que está pasando es una modalidad del macrismo, cierra los lactarios y directamente ni siquiera los impulsa y lo que ofrece como alternativa son los Centros de Primera Infancia que son convenios entre el Estado y ONGS  para privatizar la educación y quitarle el derecho a la educación”, señala Mariano Pasi de la CTA-A Capital regional centro.

Las vacantes que no se renuevan para el año que viene son 45. Los trabajadores de la institución se enteraron del cierre del lactario a través de los padres que quisieron ingresar al sistema para anotarse y no pudieron hacerlo.

“Nos enteramos por el reclamo de las familias que no podían acceder al sistema. Lo que pedimos es que se cumplan los derechos de los niños y niñas y de las familias de acceder a la educación, a la escuela infantil, que es una institución pública porque todo el mundo no quiere ir a la escuela privada”, señala Valeria Scaffa docente del jardín.

La particularidad de la escuela es que funciona dentro del predio del Hospital Ramos Mejía, por lo que muchos de los trabajadores y trabajadoras llevan a sus hijos a esta institución que además tiene una larga tradición en el barrio.

“Espero una beba para febrero, la bacante para el lactario que preciso es la que se cerró. Representa una desorganización terrible porque como trabajadora del hospital y mamá de un niño que va al jardín estaba bastante tranquila de tener esa vacante. Es un modo más fácil de volver al trabajo para una mujer después de tener un bebé cosa que ya es compleja. Atravesar ese momento, acompañada por una institución con la que trabajo hace años y confío plenamente era una manera más alentadora. Cuando me quise anotar me dijeron que era una error de sistema”, explica Melina Basterretche trabajadora del hospital y mama de un alumno del jardín.

Los docentes, trabajadores del hospital, junto con vecinos y padres realizaron el sábado 27 de octubre un evento lúdico en la plaza Mariano Boedo, para visibilizar el reclamo y decir no al cierre del lactario.

Usted es el visitante N°