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Diez años para dos kilómetros: finalmente la Línea E llega a Retiro

3.6.2019

Desde la mañana de este lunes la línea E de subterráneo cuenta con tres nuevas estaciones, extendiendo su recorrido hasta Retiro. El Gobierno de la Ciudad se tomó nada más que 10 años para finalizar las obras, que no casualmente se inauguran meses antes de las elecciones.

Horacio Rodríguez Larreta, junto al ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, fueron los encargados de inaugurar este lunes las tres nuevas estaciones de la línea E, que habilitan la combinación con la línea B. Ya funciona el recorrido completo desde Plaza de los Virreyes hasta Retiro.

El Gobierno de la Ciudad demoró poco más de diez años en realizar la obra que agrega solo dos kilómetros a su recorrido, lo que deja en evidencia que el transporte público "para los gobiernos y las empresas concesionarias solo tiene que ver con garantizar un negocio privado en contra del interés de los millones de usuarios y trabajadores que necesitamos del servicio para llegar a nuestros trabajos, lugares de estudio, para movernos por la ciudad" denunció en diálogo con este medio Claudio Dellecarbonara, miembro del Secretariado Ejecutivo de AGTSyP (sindicato del subte) y militante de la Agrupación Bordó (PTS + independientes).

El referente de la Línea B agregó "obviamente esta extensión no está planificada en función de brindar un mejor servicio porque se hace en el caso de la línea E con una flota que tiene más de 60 o 70 años, y sin la cantidad de trenes necesarios para las personas que lo utilizan. Y sin tener en cuenta tampoco la forma, la calidad, las condiciones de los trabajadores del subterráneo".

La construcción de las nuevas estaciones (Catalinas, Correo Central y Retiro) empezó en 2009, bajo la administración kirchnerista de Cristina Fernández, por entonces el subte dependía del Gobierno nacional. En 2012, el servicio pasó al Ejecutivo porteño. La extensión debió inaugurarse entonces, pero lo que había era un túnel pelado: sin vías ni señales, tampoco mobiliario ni escaleras mecánicas.

Como denunció Dellecarbonara, la inauguración actual es con el único fin presentar alguna obra "por parte de un Gobierno que viene en picada merced de las políticas anti obreras de ajuste, de persecución, de represión que vienen tomando en todo su gobierno tanto el nacional como el de la ciudad" y agregó "nosotros hace años que venimos denunciando las pésimas condiciones en las que tenemos que trabajar y las pésimas condiciones del servicio, no por una cuestión de ’incomodidad’, sino de inseguridad y riesgo de vida".

"Nosotros ya hemos pagado ese afán de lucro, esa desidia, esa complicidad de los gobiernos con la empresa concesionaria, con más de ocho compañeros fallecidos en sus lugares de trabajo y también están en riesgo la vida de los usuarios" continúo el referente de la Línea B.

Hace un poco más de un año los trabajadores denunciaron la presencia de asbesto en diferentes flotas, estaciones, y túneles. "en la línea B con trenes que compraron en España, en lo que fue un gran negociado, trenes que era chatarra y que los trajeron aquí y los presentaron como trenes nuevos. Esta es la realidad cotidiana que tenemos que vivir trabajadores y usuarios, por eso para nosotros esta inauguración esta extensión tiene que ver con seguir garantizándole a la empresa Metrovías el negocio de la explotación del servicio" resaltó Dellecarbonara.

Y para finalizar explicó que "desde la agrupación Bordó y el PTS en el Frente de Izquierda venimos planteando que la única salida en beneficio de usuarios y trabajadores, es la re-estatización del servicio bajo gestión de sus propios trabajadores con control de usuarios, para que sea realmente un servicio público, que sea cómodo, eficiente y seguro y deje de ser un negocio para las empresas privadas a costa de nuestras vidas".

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