Maestros desplazados en la CABA
Maestros desplazados en la CABA
9.9.2012
Los seis maestros de la escuela Nº 3 del barrio porteño de Monte Castro que fueron desplazados de sus cargos por el gobierno porteño afirmaron que con esa medida "no será posible disciplinar a la docencia", a dos días de celebrarse el Día del Maestro.
"Sacarnos de la escuela de un plumazo dejando trunco el proyecto educativo que veníamos construyendo es imperdonable. Si buscaban disciplinar a la docencia, lamento decirles que no será posible", dijo la directora Liliana García, de 60 años y 35 de docencia.
Desplazada de su cargo a punto de jubilarse, García sabe que este será su último Día del Maestro en funciones y no es casual que tenga una mezcla de tristeza y orgullo.
La escuela Nº 3 del distrito 18, de Álvarez Jonte 4651, quedó descabezada por una orden del Ministerio de Educación a cargo de Esteban Bullrich, por una dramatización sobre el cierre de cursos, y a pesar de que los cargos directivos fueron concursados, ningún maestro quiso ocupar los puestos vacantes.
Además de afectar al bibliotecario, las dos maestras de sexto y séptimo, y al portero, la sanción recayó también sobre la directora, la vicedirectora y la secretaria, quienes tienen 30 años de docencia, con un fuerte compromiso hacia la comunidad educativa de Monte Castro.
"Me siento conmovida por el gesto que tuvieron los maestros de la Ciudad de Buenos Aires la semana pasada, cuando no ocuparon nuestros lugares", agregó García.
Cuando el Ministerio le pidió los nombres de los maestros que habían hecho la dramatización ella les dio el registro del plantel docente del turno mañana y del turno tarde. La escuela en pleno.
"Tomen, ¿quieren los nombres? Acá estamos todos, toda la escuela, les dije. Y era cierto, porque era toda la comunidad educativa la que por esos días estaba tratando de esclarecer y explicar lo que estaba ocurriendo con el cierre de grados en la escuela pública", explicó la directora, que hoy cumple tareas administrativas en una oficina del distrito 2, en Once.
La escuela, que es parte del barrio desde hace 127 años, es pequeña e inclusiva, porque alberga a chicos que tienen alguna dificultad para el aprendizaje y lo puede hacer justamente por no tener superpoblación en las aulas.
Tal vez, por ese motivo, preocupados por el cierre de grados en otras escuelas de la Ciudad, la comunidad del Monte Castro se movilizó en marzo y participó de una gran cantidad de actividades dentro y fuera de la escuela.