Por una pelea entre familias, la Gendarmería terminó irrumpiendo en un colegio del Bajo Flores
10.9.2022
Por Carlos Mauro
El jueves pasado, una familia entró a las trompadas a la Escuela de Enseñanza Media Nº3, en la Ciudad de Buenos Aires, bajo la amenaza de que “estaban cargados” y que tenían “la escuela tomada”. Alguien dio aviso a la Gendarmería, que ingresó con las armas desenfundadas. La supervisión no quería suspender las clases a pesar del pedido de los docentes y fue bajo el diálogo con los sindicatos que se logró la medida. El lunes se realizará un abrazo al colegio y una marcha por el barrio.
Sucedió en la EEM 3 D.E. 19, ubicada en Agustín de Vedia 2519, cuando la familia de una estudiante amenazó a otra, quien llamó a su familia y cayeron en manada a querer entrar al colegio. El vicedirector del turno, del lado de afuera, intentó contener la situación, pero se vio superado por la magnitud de la violencia que manifestaba la familia de la estudiante que quería entrar. El vicedirector fue empujado y le sacaron y rompieron los anteojos. Entre la salida y entrada de profesores y estudiantes del turno mañana, la familia logró imponerse por la fuerza y entrar al colegio.
Rápidamente, ingresaron al hall del colegio, empujando a docentes y arrojándole objetos. “Estaban diciendo que tenían la escuela tomada, que las hijas venían a esta escuela porque ellas hacían lo que querían y nadie les podía decir nada”, relata una de las docentes que estuvo presente y vivió la situación violenta. El objetivo de esta familia era sacar a la otra de la vicedirección, donde la escuela la estaba resguardando, para resolver violentamente las diferencias que tenían. Miembros de la familia decían estar “cargados”, aunque nunca mostraron ningún arma. Sin embargo, la versión que circuló entre las familias de la escuela es que había adultos con armas de fuego y armas blancas.
Alguien de adentro de la escuela dio aviso a la Gendarmería, que tiene un destacamento a la vuelta del establecimiento. Ingresaron con las armas desenfundadas al colegio. Esto aumentó aún más la tensión y escaló el grado de agresividad de la familia. Luego de una hora, la tensión mermó y los agresores se retiraron acompañados por la fuerza represiva.
La conmoción se adueñó del colegio: una docente con una crisis de nervios tuvo que ser atendida por el personal de salud de la ART, estudiantes fueron “encerrados” en distintas partes del colegio para resguardar su integridad física, docentes y familias que no estaban de turno acudieron al colegio para intentar ayudar en la situación, promover un repudio a lo sucedido y pedir el receso de clases para el día siguiente para exigir garantías de que esto no vuelva a ocurrir.
Según lo comentado por los docentes, la primera respuesta de la supervisión de la región sexta fue, en un gesto completamente oficialista y sin contemplar la gravedad de lo sucedido, que las clases no se suspendían. Sin embargo, la noticia corrió por los pasillos de los ministerios y el director de media decretó la suspensión de las clases en los tres turnos.
Cabe señalar que el martes el Ministerio de Educación de CABA había enviado un correo electrónico a toda la docencia decretando que la jornada de mejora institucional planificada para octubre se suspendía para “recuperar el día de clases perdido” por el feriado nacional decretado luego del intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
“Lo sucedido ayer no fue una situación aislada, la violencia crece todos los días”, dice Dante, docente del colegio y afirma que “todos los días recibimos videos de pibas cagándose a trompadas en el barrio, incluso acá hemos desactivado varias peleas”.
La estudiante que generó toda esta situación tenía “miles” de actas realizadas por los docentes y se le había intentado hacer consejos de convivencia, pero la madre nunca respondió, la familia nunca acudió y siempre tuvieron esta actitud de no importarle lo que la escuela tenga para decirles. “Lo que pasa es que es imposible esperar algo de los organismos del Estado, acá nadie tiene ganas de hacerse el héroe y resolver todo, pero cuando das intervención al Consejo o pedís asistencia al Ministerio (de Educación) nadie responde. Entonces te acostumbrás a que las respuestas las tenemos que generar nosotros”, agrega el docente.
Hace ya dos años, las organizaciones del Bajo Flores están queriendo promover “senderos seguros” para que los y las estudiantes puedan ir y volver del colegio sin miedo a que algo les pueda pasar y eso nunca se implementó porque el Ministerio de Seguridad de CABA y el Ministerio de Seguridad de Nación no se pusieron de acuerdo en las jurisdicciones ni a quién le tocaba cada parte. En el medio, un estudiante de este mismo colegio fue asesinado, dos pibas desaparecieron y sucedieron muchas peleas y robos.
Este lunes se realizará un abrazo al colegio y una marcha por el barrio bajo el lema de “NUNCA MÁS LA VIOLENCIA COMO CAMINO”, con el objetivo de que toda la comunidad educativa del Bajo Flores brinde el apoyo y la seguridad que la institución necesita para poder cumplir la función educativa que tiene en el barrio hace más de 20 años.