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Denuncian que Ciudad expone al contagio a los psicólogos que atienden repatriados en hoteles

29.3.2020

Profesionales de la salud mental aseguran que los envían de manera compulsiva y sin ningún protocolo a asistir a quienes provienen de países con alta circulación del Covid 19. Dicen que la comuna ignora sus propuestas.

Los profesionales de la salud mental de la Ciudad de Buenos Aires desnudaron este sábado una de las asignaturas aún irresueltas en medio de la cuarentena: cómo y qué hace el Estado para preservar a los trabajadores que cumplen tareas esenciales ante un posible contagio del nuevo coronavirus durante su trabajo. Los trabajadores y profesionales de los Centros de Salud Mental N° 1, de Núñez, y el N°3 Florentino Ameghino, de Almagro, denunciaron que la Dirección General de Salud Mental porteña, a cargo de Humberto Lorenzo Persano, les ordenó asistir en forma compulsiva a los hoteles donde están los repatriados en cuarentena sin los cuidados ni protocolos mínimos para evitar los riesgos de contagio del nuevo coronavirus.
Ante las consultas de este medio, en el ministerio de Salud no contestaron si aplicarán los cuidados básicos que les reclaman y tampoco aportaron precisiones sobre la existencia de previsiones para evitar el contagio en los trabajadores públicos afectados a tareas esenciales que tienen permiso para transitar dentro de la cuarentena.
Los trabajadores del CeSaM 1 denunciaron que la comuna «ha determinado enviar a hoteles de esta ciudad -donde los huéspedes se encuentran en rigurosa cuarentena, puesto que han sido repatriados desde zonas con alta circulación de Covid 19- una asistencia compulsiva de equipos de salud mental conformados por profesionales de efectores públicos de la ciudad, sin condiciones claras de bioseguridad». La asamblea de trabajadores del Ameghino sostuvo que hicieron propuestas para responder a la situación, pero la única respuesta fue el cumplimiento de la directiva.

Propuestas alternativas ignoradas

«Junto al director de la institución, ofrecimos nuestra absoluta disposición y compromiso a trabajar y asistir a aquellas personas que lo necesitasen en el marco de la emergencia sanitaria, ofreciendo alternativas suficientes para poder responder a esta demanda desde nuestro lugar de trabajo, sin necesidad de exponernos a circular», detallaron en un comunicado. También propusieron «la posibilidad de asistir de forma presencial en los casos que se evaluasen como absolutamente imprescindible, solicitando para ello, el traslado hacia el hotel y el equipo de protección personal para nuestro cuidado y el de la sociedad toda».
En ambas instituciones cuentan lo mismo: Persano se ha negado terminantemente y comenzó a enviar a los profesionales en forma compulsiva a los hoteles donde están las personas que regresaron de viaje y están cumpliendo la cuarentena. «No sólo se nos ha negado cada uno de los pedidos -amparados en derechos de los trabajadores y en las disposiciones de bioseguridad expedidas por la OMS y el Ministerio de Salud de la Nación- sino que además se nos solicita que llevemos nuestro alcohol en gel y un cuaderno para anotar las prestaciones que allí brindemos».
En el CeSaM 3 agregaron que la Dirección de Salud Mental les respondió «repartiendo a los profesionales a diferentes hoteles para asistir desde el lunes 30/03, sin un esquema de trabajo claro, protocolo, ni recursos suficientes para contener una situación que ellos mismos generaron al obligar a los pasajeros a hospedarse en los hoteles».
La comunidad profesional del CeSaM 1 advirtió que tampoco «está previsto el traslado de los profesionales, ni la capacitación, ni el acceso al uso de los kits de protección recomendados por el Ministerio de Salud de la Nación». Tampoco hay «un responsable a cargo del Gobierno de la Ciudad, ni con un protocolo escrito para llevarlas adelante. No se está colaborando para cumplimentar las normas sanitarias para lograr el freno al contagio».

La cuarentena empezó hace rato en los CeSaM

El planteo de los profesionales de la salud mental refleja la zozobra que experimentan todos los trabajadores dedicados a tareas esenciales en medio de la pandemia. En los hospitales porteños ya se han escuchado los planteos de sus médicos para reclamar mayores medidas de prevención, sin dejar de trabajar toda la semana en medio de la atención de pacientes y la duplicación de esfuerzos para afrontar el aumento de contagios.
En el Ameghino sus trabajadores recordaron es que «otro efecto de esta solicitud es que los pacientes de nuestro Centro de Salud Mental continúan en asistencia por vía telefónica desde el inicio de la cuarentena», pero ha sido «organizada por los propios trabajadores, ya que no nos han brindado más recursos como líneas telefónicas o acceso a internet». Todos ellos «quedarán sin asistencia debido a que tendremos que asistir a otro lugar de trabajo», advirtieron en referencia a la orden compulsiva de ir a los hoteles.
«Desde el comienzo de la epidemia en nuestro país, el Gobierno de la Ciudad no nos proveyó del material necesario para la higiene y seguridad a los profesionales que seguimos asistiendo con regularidad en la institución, teniendo que conseguirlos por nuestra propia organización», sostuvieron los psicólogos que afrontan de su bolsillo la compra de «insumos totalmente insuficientes debido a la dificultad conocida para acceder a los mismos».
La asamblea del Ameghino condenó «el atropello de parte de las autoridades, la falta de consenso y respuestas adecuadas ante la situación de emergencia sanitaria». También repudió «la arbitrariedad de enviar a realizar dichas tareas a profesionales que se encuadran dentro de las personas de riesgo, exponiéndonos a nosotros y dejando sin atención a la comunidad que asiste regularmente a nuestra institución».

¿Dónde hacen cuarentena lxs sin techo?

28.3.2020

Miranda Carrete y Estefanía Santoro

El decreto de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio exige que nos quedemos casa. En la Ciudad de Buenos Aires son más de 7 mil las personas sin techo y el gobierno de Rodríguez Larreta no da respuestas para resguardar a aquellxs que se encuentran en situación de calle.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hay 7251 personas viviendo en la calle, según datos que surgieron de un relevamiento hecho por más de 50 organizaciones sociales el año pasado. Las personas que hacen de las plazas, las veredas y las entradas de edificios “su hogar” son lxs más vulneradxs y en época de pandemia por el COVID-19 constituyen una población de riesgo, porque, además de hambre, tienen problemas respiratorios, mal nutrición, sub nutrición, diabetes, tuberculosis, deshidratación, y la salud se agrava en la población de más de 60 años.
Lxs trabajadores del programa Buenos Aires Presente (BAP) encargadxs de atender a personas y familias en situación de calle y riesgo social las 24 horas, todos los días del año, son profesionales de distintas disciplinas del campo social que desarrollan tareas desde hace nueve años, el programa nació en 1999 y en 2011 ingresó la plana que hoy se encuentra desarrollando tareas. En los últimos días emitieron un comunicado donde desmienten las declaraciones públicas del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
A partir del decreto de emergencia sanitaria por la pandemia la cantidad de personal del BAP se redujo, algunxs trabajadores están con licencia y otrxs son grupos de riesgo. «Habitualmente solíamos salir entre dos y tres móviles por día, ahora empezamos a salir cada vez menos. Desmentimos que hubo un refuerzo de personal, habiendo salido hasta un sólo móvil por turno el fin de semana, con una sola profesional. La camioneta al estar toda la ciudad vacía se ve a veinte cuadras, las personas de calle saben sobre la pandemia y nos piden que las alberguemos. Cuando ven el móvil vienen un montón desesperadas buscando ayuda y comida y no damos abasto. Manifiestan mucha hambre y están muy angustiadas y asustadas por la situación«, cuenta una de las trabajadoras que prefiere preservar su identidad para no poner en riesgo su fuente de trabajo.
«Empezamos a monitorear con los compañeros si se había puesto en marcha algún plan de emergencia. Nos encontramos que no hubo ninguna reacción, solo nos dieron sándwiches. El problema es que las personas en situación de calle piden comida en bares y restaurantes y con eso comen algo más, pero al estar todos los negocios cerrados no tienen ese alimento. A nosotros no nos reforzaron los servicios, a la noche solo salen dos móviles, a la tarde dos y a la madrugada salió solo uno».
La Ciudad de Buenos Aires tiene el mayor número de infectados y el mayor número de personas en situación de calle. La trabajadora consultada asegura: «De forma tardía recién el viernes comenzaron a abrir nuevos paradores, pero aún hay mucha gente que quedó afuera, vienen de a decenas a pedir que los alojemos, no es verdad que hay vacante para todos como dice Larreta. Los hogares no las reciben. Si alguna persona en situación de calle se contagia, va a ser imposible frenar el contagio, no hay ninguna posibilidad de mantener distancia en los paradores, no hay espacio para respetarla. En la madrugada del domingo ya no había más comida para darles, fueron terribles las condiciones en las que se trabajó. Desde 2011 nunca hemos visto tanta hambre como ha pasado este último año porque cada vez son más.»
Lxs trabajadores denunciaron además la precariedad laboral que se sostiene desde que se inició el programa, con bajos salarios y un deterioro de la capacidad de respuesta debido a la deficiente planificación y articulación con otros programas y áreas esenciales. «Hoy se nos pide afrontar esta pandemia y sus efectos sobre una población altamente vulnerable, con la misma escasez de siempre, improvisación, descoordinación, falta de recursos y de personal. Por la cuarentena como prevención solo nos dieron un barbijo y un par de guantes para ocho horas, cuando lo que se recomienda es cambiarlo cada cuatro, pedimos más y no nos dieron, tenemos que usar siempre el mismo y por supuesto que para la gente de calle que trasladamos no hay nada. Estos días transportamos a los paradores de a 12 personas en los móviles más grandes que tienen capacidad para 20 personas sin ninguna medida de higiene».
Fabio Manupella es integrante de Proyecto 7, una asociación civil que trabaja con personas en situación de calle y en este momento es uno de los encargados del Centro de Integración Comunitaria (CIC) Ernesto Che Guevara, ubicado en Barracas, uno de los tres centros de la asociación habilitados en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires, que recibe a lxs sin techo y que en su totalidad alojan a 400 personas.
Manupella asegura que es compleja la situación que están atravesando porque son muy bajos los recursos que envía el Gobierno de la Ciudad: “Nos mandan solo 100 litros de lavandina, algunos pares de guantes, 80 jabones, 300 barbijos, 60 repelentes y muy poco alcohol, para una población de 400 compañeres.”
El integrante de Proyecto 7 cuenta también que al CIC de Barracas, al CIC Frida y al CIC Monteagudo además llegan un gran número de familias a buscar comida y viandas, muchas de estas personas trabajan como cartonerxs en la ciudad y en este contexto tuvieron que dejar de trabajar: “Nosotros les ayudamos como podemos, desde Gobierno de la Ciudad enviaron 40 bolsones de alimentos para los 400 que somos, no nos alcanza”, explica y asegura que gracias a la colaboración de organizaciones sociales cocinan y preparan entre 1000 y 1500 viandas por día para almuerzo y cena. «Esto se va pasando de boca en boca, cada vez vienen más y todavía hay personas que siguen en la calle”.
Lara María Bertolini, activista travesti, investigadora y trabajadora del Ministerio Público Fiscal de la Nación, cuenta que el Hotel Gondolín, ubicado en el barrio de Villa Crespo, alberga a más de 50 chicas trans y motoriza la distribución de alimentos, ropa y elementos de higiene para la comunidad travesti trans que está afuera del hospedaje. El hotel no forma parte del aparato de contención del Estado y no tienen otra opción que recurrir a la solidaridad de la ciudadanía. Quienes puedan acercar donaciones de alimentos no perecederos se reciben en Aráoz 924 (CABA). La comunidad travesti trans está atravesando una situación de gravedad extrema al no poder acceder a derechos básicos como vivienda, trabajo y salud.
A pesar de las denuncias de las organizaciones sociales al Gobierno de la Ciudad por incumplir las medidas para resguardar a las personas en situación de calle de la pandemia, el Rodríguez Larreta durante una entrevista televisiva en A24 aseguró: “Estamos llevando a todos, obviamente se los va convenciendo, a los paradores que ahora están abiertos las 24 horas”, también agregó: “Hay aproximadamente dos mil camas para pasar la noche en la ciudad que nunca se completan” y remató: “Hoy hay lugar para pasar la noche en la ciudad”. Los dichos irresponsables del mandatario pretenden instalar la idea de que las personas sin techo son reacias o se niegan a concurrir a los paradores, cuando la realidad es que en esos espacios ya no hay más lugar, los culpabilizan con una mentira falaz en lugar de brindarles la contención que necesitan.
“Hay un montón de gente que no puede hacer la cuarentena no porque no quiera, sino porque no tiene donde hacerla. Dan vergüenza las declaraciones de Larreta y es el mismo argumento que usa el Gobierno de la Ciudad para justificar su falta de política pública. Todas las noches y mediodías salimos a dar de comer y tenemos contacto directo con la gente que nos dice que quiere ir a los paradores, porque están asustadas, llamamos al BAP para que los trasladen, pero no nos atienden, porque sabemos que también están con falta de personal. La gente no puede llegar a los paradores sin el traslado del BAP”, explica Jorgelina Di Lorio, investigadora del Conicet y miembro de la Asamblea popular Plaza Dorrego que integra la la Asamblea Popular por los Derechos de las Personas en Situación de Calle, un conjunto de más de 20 organizaciones que hace años brinda comida para lxs sin techo.
“El gobierno de la Ciudad tiene que garantizar donde van a hacer la cuarentena estas personas, si no hay más paradores deberán habilitar hoteles, otorgar más subsidios habitacionales y ejecutar políticas públicas para que esto sea posible en el marco de los lineamientos que está planteando el Gobierno Nacional. Además, que los organismos correspondientes que tienen excepciones para estar circulando en el marco de la cuarentena, como el Ministerio Público de la Defensa, los legisladores y la Defensoría del Pueblo de la Ciudad salgan, a monitorear que está sucediendo con los traslados del BAP para que pongan más móviles y personal”, agrega Di Lorio.
Constanza Guillén, es referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos – UTEP (CABA), trabaja en comedores, cuenta que desde que se decretó la cuarentena la demanda de las personas que se acercan a pedir una vianda se triplicó: “En Constitución y Parque Patricios donde están los comedores más grandes ya están desbordados. Solo ayer hicimos 10 ollas de 100 litros en todo el día. Las medidas que están tomando en Ciudad son las correctas en cuanto a la comida e higiene, pero son insuficientes, nos mandan 2 panes de jabón y 4 repelentes y asistimos a 1500 personas. Necesitamos alcohol, barbijos, guantes y bandejas para dar las viandas porque no pueden entrar a comer.”
Otra condición que complica a las personas en situación de calle es el control policial, que en época de pandemia se ha recrudecido con maltratos, violencia física y abusos de poder. Ayer el Grupo de asistencia a vecinos en situación de calle publicó en la red social Facebook un video que muestra una brutal golpiza que recibió -de parte de la policía de la Ciudad- un joven de aproximadamente 25 años. “Así trata la Policía a un chico que visitamos siempre en el barrio de Monte Castro. Es un muchacho que hace meses vemos en la calle revolviendo la basura para conseguir algo de comida, es super amable y sabemos que está atravesando una situación psíquica complicada. No es modo de convencerlo, a los golpes si querían que no deambule. Fíjense la ´prevención´, el policía le pega, no tiene ni guantes ni barbijos y el otro oficial que está a su lado tiene un barbijo colgado en el cuello mientras fuma” relataron desde la red.

Docentes, familias y organizaciones del Bajo Flores denuncian violencia policial y hambre durante la cuarentena

27.3.2020

Difundimos comunicado:

Red de docentes, familias y organizaciones del Bajo Flores

Denunciamos que en el marco de la cuarentena en el Bajo Flores:
Existen graves situaciones de violencia policial por lo tanto, exigimos que el Ministerio de Seguridad disponga medidas que inhiban la instalación de un estado policial y procure que los agentes de las Fuerzas trabajen como policía comunitaria y sanitaria.
Por la falta de trabajo se registran situaciones de hambre, por eso solicitamos se resuelva en lo inmediato con bolsones de alimentos secos por semana, que cada escuela distribuya a su comunidad y con organigrama de distribución que evite aglomeraciones.
Además de los alimentos, es indispensable se envíe repelente y elementos de higiene ya que el barrio está siendo atacado por el Dengue. Protección sanitaria para las personas que llevan a cabo la distribución de dichos alimentos.

Alberto Fernández: “Quiero que todos nos sigan ayudando porque es un esfuerzo grande el que estamos haciendo”

25.3.2020

El presidente criticó a quienes intentan romper la cuarentena, entrando a la Ciudad sin autorización.

Las largas colas de vehículos en los puntos de acceso a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tras la finalización del fin de semana largo, motivaron el análisis y la respuesta del presidente Alberto Fernández, en el sexto día de cuarentena total dispuesta por el Gobierno.
En este marco, el mandatario sostuvo en una entrevista televisiva: “Es posible que entre los que se mueven, haya gente que no está autorizada. Les aviso que a donde los encontremos, los detenemos y les vamos a sacar los autos porque son unos inconscientes. Porque si no entra con la razón, va a entrar con la fuerza”.
Por otro lado, el presidente explicó que existen autorizaciones para el ingreso de 230 mil personas que trabajan en farmacias, estaciones de servicios, supermercados y clínicas médicas. “Eso no es nada si tenés en cuenta que a la Ciudad entran diariamente 9 millones de personas. Ahora, es posible que entre las personas que se muevan haya gente que no está autorizada a salir. Yo les aviso que donde los encontremos les vamos a sacar los autos. Porque son unos inconscientes. Y lo que no entra con la razón va a entrar con la fuerza”, señaló Fernández. En este mismo sentido, pidió: “quiero que todos nos sigan ayudando porque es un esfuerzo grande que estamos haciendo todos”.
Hasta el momento el Gobierno dispuso la media de aislamiento social hasta el día 31 de marzo. Se cree que la medida podría ampliarse por más días.

Denuncian Violencia institucional policial y detenciones masivas en Villa 31

25.3.2020

Desde La Comuna PC de Parque Patricios nos llega esta grave denuncia que pone en tela de juicio lo que significan que las «fuerzas de (in)seguridad» estén aprovechándose de la cuarentena obligatoria para humillar, golpear y detener a los pobres.

Las políticas públicas de prevención del Coronavirus no pueden ser nunca de represión en las villas y barriadas populares, tal como ocurre en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. A través de la Coordinadora por la Vivienda Digna, espacio multisectorial que integramos, nos llegan imágenes de la grave situación de violencia institucional en las villas, con detenciones masivas. El Estado y sus gobiernos en todos sus niveles no tienen en cuenta que la medida preventiva #QuedateEnCasa es muy difícil sostenerla en los sectores sociales más vulnerables cuyos derechos humanos son sistemáticamente violados, que viven en condiciones de hacinamiento en viviendas muy precarias, sin acceso al agua potable y a la energía eléctrica. La mayoría de sus habitantes tienen trabajos no registrados o trabajan en proyectos de la economía social solidaria o están incluides en programas sociales. Las acciones preventivas deberían pensarse en la totalidad del barrio, no discriminadas por casa. En primer lugar, garantizar las condiciones de vida, vivienda y salubridad dignas con la apertura inmediata de los inmuebles del Estado, los que están en desuso y las herencias vacantes para uso social. Es urgente alojar a las personas que están en emergencia habitacional y de salud con riesgo de vida por el Coronavirus y el Dengue. Compartimos este video con la dramática situación que viven las personas que habitan la Villa 31 y el permanente hostigamiento cometido por la policía con orden del gobierno del ajuste y la represión de Horacio Rodríguez Larreta.

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