Comunicadores del Sur

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Junto a Jóvenes por el Clima contra la incineración de basura

11.2.2020

Ayer se realizó en la Legislatura porteña una reunión organizada por Jóvenes por el clima para derogar la ley actual que permite la incineración de residuos en la Ciudad. Las y los jóvenes y organizaciones de la sociedad civil vienen a la cabeza de la pelea contra la contaminación ambiental.

El lunes 10 de febrero, en el salón Perón de la Legislatura porteña, se llevó a cabo una reunión para presentar un proyecto de ley que derogue la actual ley N° 5.966 de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos, que permite la incineración de basura en la Ciudad. Esta ley fue aprobada entre gallos y medianoche, a espaldas de la gente, en 2018.
El colectivo Jóvenes por el Clima convocó a esta reunión en la que participaron organizaciones de la sociedad civil, como Greenpeace, Alianza por el Clima, Red de Universitaries por la crisis climática, y de los bloques parlamentarios Alejandrina Barry (PTS en el Frente de Izquierda), y Lourdes Alfonso (PO en el Frente de Izquierda, Leandro Alperin e Inés Gorbea (UCR/Evolución), Lucía Cámpora (Frente de Todos), María José Lubertino (por la Red de Defensores del medio ambiente y el buen vivir).
Esta reunión adquiere gran relevancia ya que hace muy poco, en diciembre de 2019, en la provincia de Mendoza, se puso freno a la modificación de la ley 7722, que iba a permitir el uso de sustancias tóxicas para la explotación minera. Gracias a la enorme lucha y movilización popular tuvo que derogarse dicha modificación, y actualmente en Chubut se está continuando esta pelea en las calles por la defensa del medioambiente.
Durante la presentación en el salón Perón, las distintas organizaciones coincidieron en señalar el problema grave para la Ciudad que implica la incineración de residuos, porque destruye el medio ambiente y es sumamente nocivo para la salud. También señalaron como problemática importante que se incinera basura que se puede reciclar.
Sostuvieron que es una técnica que está incluso retrocediendo en Europa por sus consecuencias contaminantes. Algunos señalaron a la incineración como “salvajada”.
Otras representantes de las organizaciones señalaron también poner el foco en la problemática del consumo, pensar qué alternativas para reducir la generación de residuos, y que no sea sólo ver cómo se gestionan los residuos ya generados.
Uno de los representantes de Jóvenes por el Clima señaló: “esta ley es violencia ambiental. Las consecuencias son muy graves para la salud y el medio ambiente y sobre todo para los sectores vulnerables”. También dijo que esta es una “lucha por los Derechos humanos”, y que “hay que impulsar propuestas de conjunto, un sistema de gestión integral de residuos en la Ciudad, y convocar a que participen las cooperativas de recicladores urbanos y trabajadores, que son los protagonistas.”
Alejandrina Barry, diputada por el PTS en el Frente de Izquierda, comenzó saludando la reunión, resaltando el rol de les jóvenes que están a la cabeza de la lucha por el medioambiente en todo el mundo, movilizándose, cuestionando “al modo irracional de producción capitalista, que es lo que lleva a la destrucción de nuestro planeta” y que están comenzando a reflexionar que la forma de pelear “por salvar al planeta es también una pelea contra el capitalismo”.
También reafirmó el compromiso para continuar acompañando en la lucha por el medio ambiente a las organizaciones y la oposición a la ley de incineración de basura, porque contamina y destruye empleos. Resaltó la necesidad de realizar una gran campaña por la ley de Basura Cero que pueda ser tomada por miles y se instale como problema, y que esto debe ir de conjunto con la discusión sobre cómo se va a implementar y por lo tanto qué presupuesto va a destinar el gobierno de la Ciudad, ya que viene reduciendo las partidas sociales de educación, salud y medio ambiente.

Referencias

En el año 2018, por una acción de amparo, el Poder Judicial porteño, a través de la jueza Elena Liberatori, suspendió la Ley 5.966 que permitía la incineración de residuos en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
La ley 5.966 fue aprobada el 3 de mayo de 2018 entre gallos y medianoche en la Legislatura porteña, pasando por encima del descontento popular de varios sectores que se manifestaron fuertemente contrarios a esta técnica que viene en retroceso en países de Europa donde era utilizada, por contaminante e ineficiente.
Myriam Bregman, diputada porteña por el PTS en el Frente de Izquierda, en aquel momento señaló: “El proyecto oficial modifica y deja sin sentido la ley de Basura Cero que -aunque se incumpla- rige en la ciudad y prohíbe expresamente la incineración de residuos. Lo que el proyecto llama, eufemísticamente, ‘combustión con valorización energética’, en realidad son hornos que emitirán gases que contienen diversos contaminantes. Entre ellos los furanos y las dioxinas, conocidas por haber sido empleadas, obviamente en proporciones de armas de guerra, en Vietnam por el gobierno de los EEUU, y que aún hoy generan malformaciones, enfermedades neurológicas y un sinfín de problemas de salud en la población.”
Muchas de estas sustancias son totalmente tóxicas incluso en bajas concentraciones y permanecen en el ambiente por mucho tiempo, sin degradarse. Son causantes de graves problemas de salud como malformaciones congénitas, alteraciones en el sistema inmunológico y hormonal, problemas pulmonares o renales, retraso en el desarrollo y cáncer.
Quienes también se opusieron a la ley fueron los miembros de la CTEP, la organización que lidera Juan Grabois y que agrupa a los trabajadores informales. La rama de Cartoneros, carreros y recicladores agrupa a más de 5500 personas solamente en la Ciudad, a los que se suman los informales.

Ciudad envenenada: las y los vecinos denuncian la contaminación de la planta de áridos en Villa Soldati

11.2.2020

Desde 2013 funciona en Soldati la Planta de Áridos que recibe 2400 toneladas diarias de escombros y restos de obras de toda la Ciudad. Vecinos y vecinas denuncian que la planta dispersa en su tratamiento partículas que exceden los máximos permitidos y generan afecciones en el ambiente y la salud. Maestras, comerciantes, comunicadorxs, medicxs, jubiladxs, integrantes de clubes, organizaciones y colectivos del barrio se reunieron para consensuar y firmar colectivamente una carta que denuncia la situación y conformar así una mesa de trabajo que dé seguimiento al tema. Lo que se escucha y se ve desde las calles que rodean la planta. La carta completa.

Desde la terraza de una vecina de la calle Barros Pazo se ve una montaña.
Estamos en el sur de la Ciudad de Buenos Aires, Comuna 8, y a este territorio un vecino lo presenta así: “Soldati, el barrio más olvidado de la Ciudad”.
Sobre la calle Ana María Janer no hace falta subir a una terraza para ver por lo menos dos montañas: estas son de cascotes, algunos más grandes, otros más pequeños.
El cielo truena y la dueña de la terraza explica: “Estos momentos son los que abrís tu casa para ventilar: cuando llueve”. Otra advertencia: “Lo peor es cuando hay calor”.
Cuarenta personas escapan a la lluvia alrededor de una pequeña mesa en un taller mecánico y aplauden al dueño como forma de agradecerle el techo que les permite estar ahí un viernes a las casi ocho de la noche leyendo en voz alta.
“Nunca fuimos tantos en la primera reunión”, dice otra vecina, que así deja ver dos cosas: que este conflicto tiene historia y que el futuro se está escribiendo.
Lxs vecinxs denuncian que, desde 2013, en Soldati está funcionando una planta de tratamiento de áridos, y así comienza la carta de denuncia por la que maestras, médicxs, comerciantes, mecánicos, comunicadorxs, comunerxs, y una fila de vecinxs con variadas profesiones se reunieron a firmar, bajo un pensamiento que los une y nombran así: “La planta de áridos nos enferma”. Allí se tratan 2400 toneladas diarias de escombros y restos de obra que llegan desde toda la ciudad en alrededor de 850 camiones por día (según la web oficial del Gobierno de la Ciudad) para ser transformados en distintos materiales y reutilizarse en obras civiles, viales o como capas de separación en los rellenos sanitarios. En el proceso, dice la carta, “dispersan partículas en el aire excediendo ampliamente los máximos permitidos para zonas como las nuestras”. Y alertan sobre el incremento de enfermedades respiratorias, sequedad de tejidos húmedos, irritación, jaquecas y ataques de asma.
Esas consecuencias se leen y se escuchan entre los vecinxs: una maestra dice que en una escuela frente a la planta a los chicos les sangra la nariz, un trabajador de una de las radios del barrio cuenta que para pasar con su bicicleta por esas calles tiene que hacerlo con los ojos entrecerrados para no lastimarlos, un vecino dice que quienes viven alrededor de la planta lo hacen a puertas y ventanas cerradas todo tiempo, una cirquera relata que se da cuenta del polvo que vuela por las veces que limpia la pileta de lona, una vecina enojada cuenta que su hija tiene asma.
El texto dice: “El prejuicio provocado se pone de manifiesto en la población bajo la forma de enfermedades respiratorias, sequedad de tejidos húmedos, irritación, jaquecas, ataques de asma tanto en forma aislada como crónica”.
“Nuestro derecho a la salud y a un ambiente sano están siendo vulnerados”, dicen quienes ahora realizan una foto colectiva con barbijos y dan así el primera paso para conformar una mesa de trabajo para poder abrir las ventanas de las casas sin el riesgo de enfermarse.

La carta completa

Villa Soldati, C.A.B.A, 7 de febrero de 2020
Desde el año 2013 funciona en nuestro barrio una planta de tratamiento de áridos. La misma está ubicada en el cuadrante de las calles Ana María Janner, Av. Varela, José M Chilavert, y la traza imaginaria de la calle Castañón. En su labor procesa 2400 toneladas diarias de restos de obras en construcción que dispersan partículas en el aire excediendo ampliamente los máximos permitidos para zonas como las nuestras. Además, el transito no controlado de vehículos pesados, ruidos, vibraciones, barro en los alrededores son parte del impacto ambiental negativo generado por la actividad del predio. Somos muchos y muchas les que nos vemos afectades por el predio, escuelas primarias, jardines de infantes, clubes deportivos, trabajadores, vecinos y vecinas de las inmediaciones. Principalmente nuestro derecho a la salud y a un ambiente sano están siendo vulnerados, y el Gobierno de la Ciudad, en cabeza de Mauricio Macri en sus inicios, y de Rodríguez Larreta desde 2015 antepone los negocios y los beneficios para las empresas que lo explotan en prejuicio del pueblo. El prejuicio provocado se pone de manifiesto en la población bajo la forma de enfermedades respiratorias, sequedad de tejidos húmedos, irritación, jaquecas, ataques de asma tanto en forma aislada como crónica y, además, la presunción de contacto con elementos cancerígenos como el asbesto presente en restos de obra provenientes de construcciones antiguas. El halo de ilegalidad que pesa sobre el predio incluye la inexistencia de estudios de impacto ambiental, la inexistencia de controles gubernamentales y escases de datos fidedignos a cerca de la empresa concesionaria del mismo. Las organizaciones, instituciones, entidades y empresas abajo firmantes expresamos a través de este documento el repudio a la grave afección que esta planta provoca en el ambiente y exigimos al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires el cese de las actividades en el predio y el aprovechamiento del mismo en nuevas actividades que no impliquen el menoscabo de la calidad de vida de la comunidad de la zona. A tal fin se conforma esta mesa de trabajo que tiene como principal meta el efectivo cumplimiento de las exigencias antes dichas y la elaboración de un proyecto superador que no solo logre cesar con la actual situación sino que, contrario sensu, tienda al estudio y mejoramiento de las condiciones ambientales de la zona y el perfeccionamiento en material de reciclaje.

“No lo operamos porque tiene VIH”: denuncian discriminación en el hospital Santojanni

10.2.2020

Un joven de 21 años denunció que el jueves parte de un equipo médico se negó a operarle la rodilla porque no tenían “trajes especiales”. Tras la denuncia de organizaciones, el hospital lo operará este martes.

Un joven de 21 años (quien por razones personales prefiere mantenerse en el anonimato) debía ser operado de una rodilla el jueves de la semana pasada en el Hospital Santojanni de la Ciudad de Buenos Aires. Pero al llegar al nosocomio se enteró que parte del equipo médico que debía realizar la intervención quirúrgica se negaba a hacerlo.
Según denunció la Red de Jóvenes y Adolescentes Positivos (Rajap), fue uno de la traumatólogos quien transmitió a la familia del joven la negativa a operarlo. Luego de “leer su historia clínica y a pesar de que su carga viral es ‘indetectable’, uno de los médicos trató “muy mal” al joven, “culpándolo de su estatus serológico y argumentando que no contaba con los trajes especiales” para atenderlo. Para Rajap, eso es “falaz” porque “los cuidados que deben tenerse son los mismos que con una persona seronegativa”.
“Por si esto fuera poco -continuó denunciando la Red- los médicos a cargo de la intervención violaron la confidencialidad del diagnóstico, al decir frente a familiares y otras personas que se encontraban en la sala de espera, que no podían realizar la operación porque tenía VIH”.
El comunicado de Rajap aclara a su vez que “el jefe de Infectología del hospital intentó que se lleve a cabo la operación, pero no fue escuchado”.
Emir Franco, coordinador nacional de Rajap, informó que el joven finalmente “se va a operar mañana” en el mismo hospital Santojanni, según lo confirmado por la jefa de cirugía del nosocomio, quien “se comprometió a estar presente” y al frente de “un equipo nuevo”.
Fuentes del hospital sólo atinaron a decir este lunes a la tarde que ‘ya el paciente tiene fecha de cirugía’ y en la institución ‘se han activado los mecanismos para revisar la totalidad de las acciones que llevaron al reclamo.
No obstante la organización que tomó el caso del joven anticipó que acudirán al Inadi “para ver qué herramientas tenemos para denunciarlo como corresponde, porque no es el primer caso que escuchamos”.
El abogado Ignacio Maglio, coordinador del Área de Promoción de Derechos de Fundación Huésped dijo sobre este caso que “en un mismo acto se violaron derechos fundamentales: a la atención médica, a igual trato con igual consideración y respecto, a la dignidad y a la confidencialidad”. Y agregó que “no existe ningún protocolo que diga que tenés que tomar precauciones especiales para personas con VIH”, ya que “las medidas de bioseguridad son universales y obligatorias”.
“Es una discriminación basada en una falacia de negarle atención a una persona por el mero hecho de vivir con el virus, del mismo modo que lo es impedirle ejercer la profesión a cirujanos o trabajadores de la salud que tienen VIH”, sentenció Maglio.

#VagónDeLectores: Llenemos el subte de lecturas

9.2.2020

La propuesta es unir, este domingo 9 de febrero a las 15:00h, dos estaciones del subte A con un vagón lleno de personas leyendo. La idea, surgida por iniciativa de la multiplataforma Por qué leer, es “contagiar el hábito de la lectura en el transporte público”.

El domingo 9 de febrero uniremos las estaciones San Pedrito y Perú llenando un vagón del subte (línea A) con personas leyendo.
La idea surgió con el objetivo de contagiar la pasión de leer a los demás usuarios del transporte público y contarles que no hay nada más placentero que aprovechar el tiempo de viaje con una buena historia.
El encuentro comenzará a las 15 en la cabecera San Pedrito (Flores, Comuna 7) de la línea A. El trayecto culminará en Perú, actual terminal debido a las obras que mantienen cerrada la estación Plaza de Mayo.
Durante el viaje, que durará unos 26 minutos, los convocados leerán el libro que hayan llevado. Al llegar, habrá un cierre y puesta en común en la Plaza de Mayo para compartir las sensaciones vividas, canjear libros usados, realizar sorteos y repartir regalos a los presentes.
“La idea surgió por el placer –y utilidad, para qué negarlo– de leer en el transporte público. Para muchos de los que amamos los libros, aprovechar cada minuto de los viajes diarios es muy importante para conectarnos la lectura”, resume Cecilia Bona, periodista y creadora de Por qué leer.
Y agrega: “Sueño con esa imagen, todos volcados sobre sus libros de papel o ebooks, especialmente en un contexto histórico donde somos más propensos a viajar con el celular en la mano que leyendo una historia”.
#VagónDeLectores se realizará el 9 de febrero por primera vez aunque será el segundo encuentro de la comunidad de Por qué leer: en noviembre de 2018 los seguidores de la cuenta se juntaron en Parque Rivadavia para compartir la tarde entre lecturas.

Más información sobre Por qué leer

Por qué leer es una multiplataforma que promueve el placer por la lectura. Tiene presencia en las redes sociales (YouTube, Instagram, Twitter y Facebook) donde se publican contenidos para incentivar a la gente a leer.
Además, cuenta con una lista de audiocuentos en Spotify que se amplía semanalmente y es seguida por más de 20 mil personas de todo el mundo.
El proyecto fue creado por Cecilia Bona, periodista (TEA) con más de 10 años en los medios. Cecilia fue productora en Radio Mitre, en una Fm comunitaria barrial y en Vorterix y hoy trabaja como gestora de contenidos para Malditos Nerds (malditosnerds.com). En el periodismo gráfico, creó y edita Avispados.com.ar, un medio vecinal porteño premiado por la Ciudad de Buenos Aires por su Calidad Editorial.

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Violencia institucional del Gobierno de la Ciudad. Un fotógrafo fue demorado por grabar atropellos contra los manteros

8.2.2020

Por Nahuel Lag

«¿Qué me grabas?», «borrá ese video», «te voy a cagar a trompadas». Esas fueron las amenazas que recibió el fotógrafo y periodista Federico Muiña el martes pasado por parte de un inspector de Espacios Públicos del gobierno de la Ciudad, cuando cubría uno de los reiterados operativos de desalojo de manteros senegaleses en el Once. Tras la amenaza, el inspector dijo haber sido «golpeado con la cámara» por Muiña, por la Policía de la Ciudad lo mantuvo 40 minutos demorado sin darle explicaciones.

«Hay una orden para evitar que se muestren estos operativos, todo lo mal que hace la gestión de Larreta. No creo que haya otra respuesta por lo que justifique estas reacciones», apuntó Muiña a este diario e indicó que no es la primera vez que la Policía de la Ciudad le pide documentación, lo demora con advertencias del tipo «vamos a ver si te tenemos que llevar detenido», por registrar los violentos operativos contra los manteros senegaleses, que según la Defensoría General de la Ciudad sufren el 57% de los casos de violencia institucional contra comunidades extranjeras.
Muiña fue demorado durante un «operativo de barrido» en la intersección de las calles Castelli y Mitre. No era la primera vez que se encontraba con el inspector, de apellido Cohen, que también es conocido entre los vendedores por su prepotencia. «Me puse a filmarlo porque en un operativo anterior no llegué a registrar el momento en el que agredían a los vendedores. Entonces, se cruzó y me encaró para empezar a agredirme», relata el periodista, que hace 8 meses trabaja en la zona para visibilizar la situación de la comunidad senegalesa a través el proyecto colectivo Djambari Buenos Aires .
El tono agresivo del inspector quedó registrado en el video tomado por Muiña y también se lo ve golpeando la cámara del fotógrafo. Sin embargo, el funcionario de Espacio Público denunció al reportero porque «lo había golpeado con la cámara» para que el patrullero que acompañaba el operativo lo mantuviera demorado sin dar explicaciones de los motivos.
«Tengo una Nikon 5100 no la voy arriesgar para golpear a un inspector», desestimó Muiña el argumento del inspector. No es la primera vez que el argumento es usado por personal del gobierno de la Ciudad para impedir la tarea de trabajadores de prensa. En febrero del año pasado, el fotógrafo de PáginaI12, Bernardino Ávila, y su colega de la revista Cítrica, Juan Pablo Barrientos , fueron detenidos con el mismo argumento, avalado incluso por el vicejefe porteño, Diego Santilli. El fiscal penal y contravencional Walter López archivó la causa contra los reporteros gráficos tres meses después.
«La Policía de la Ciudad tiene orden, hace rato, de impedir cualquier tipo de registro fotográfico o de video de sus intervenciones, porque saben que esos materiales son los que después nos permiten reconstruir los hechos en los juicios. Ya la Metropolitana tenía esa directiva, acordate de los dos trabajadores de prensa de la RNMA baleados con plomo el 13 de marzo de 2013 en el desalojo de la Sala Alberdi «, advirtió la abogada de Correpi, María del Carmen Verdú, que acompaña junto a la RNMA, ARGRA y SIPREBA las causas de trabajadores de prensa detenidos y procesados.
Verdú advierte que la persecusión no se limita a los trabjadores de prensa sino que es «tanto para fotógrafos como para gente que use su celular. Sistemáticamente, cuando ven que alguien graba una detención, un operativo o un desalojo, se le van encima, provocan y detienen o al menos impiden la filmación». En noviembre pasado, se conoció el caso de un policía de la Ciudad que amenazó a un vecino por grabar la detención de un vendedor senegalés.

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