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Reclamos en el Teatro Colón por bajos salarios y malos tratos

23.12.2019

Por Mónica López Ocón

Su reapertura en 2010 fue un as en la manga del macrismo. Codiciado botín político, hoy sus trabajadores también sufren la precarización laboral y ante los reclamos solo reciben indiferencia y ofensas de las autoridades.

El martes de la semana pasada la función de El lago de los cisnes, culminó con reclamos del parte del Ballet Estable del Teatro Colón y también de la Orquesta Estable a través de pancartas y carteles que exigían no sólo sueldos dignos, sino también la restitución de derechos laborales. Pero las protestas públicas habían comenzado antes en las presentaciones que músicos del Colón hicieron en La Usina del Arte. También la Orquesta Filarmónica se suma a los reclamos.
Poco más tarde, los integrantes del Ballet Estable pusieron este reclamo por escrito y lo hicieron público. El texto termina diciendo: “Llevamos años aguardando respuestas y soluciones que han sido omitidas deliberadamente. Exigimos dignidad laboral. Y venimos a decir: Basta de Abuso. Basta de Sueldos de Elite para Directivos frente a Trabajadores Precarizados.

El achatamiento de la pirámide salarial

“Existe en el teatro una pirámide salarial –explica uno de los integrantes de más alta jerarquía de la Orquesta. Todos estamos enganchados al sueldo del director o directora. (En este caso la dirección general del Teatro está a cargo de María Victoria Alcaraz). La directora es la máxima autoridad y luego viene el concertino, es decir, el primer violín. Esto siempre ha sido así. Cuando entraron las autoridades no pidieron aumentos de sueldo porque tienen otras entradas, ya sea a través de sueldos de gabinete, que son los que se usan para pagar asesores o secretarios, o de dudosos contratos de personas que nadie sabe quiénes son y que no trabajan en el Teatro. Los contratos dudosos cada vez son más. Por ejemplo hay un contrato como asesor de programa de mano, cosa que no existe, y hasta un contrato a una persona que vive en Europa. Pero a partir del sueldo oficial de la dirección, la pirámide salarial permanece chatísima. La directora del Ballet, Paloma Herrera, gana 300.000 $ y tiene otros contratos en el Instituto de Arte del Colón. Ella no trabaja allí, pero esos contratos suponen 90.000 o 100.000 $ más. Un primer bailarín gana aproximadamente $70.000 y el cuerpo de baile unos 52.000. Un concertino, que es una jerarquía altísima dentro de la Orquesta, está entre 70.000 y 80.000. En septiembre del año pasado, por ejemplo, contrataron a una cantante por 5.100.000 $ por una sola función cuando, el promedio de sueldos era de unos 40.000. Este es sólo uno de los contratos, pero hay muchos. Las diferencias nunca han sido tan grandes.

El maltrato

«Por otra parte -añade- hay un gran maltrato. Los bailarines han escrito muchas cartas por acoso laboral. Hay bailarines de gran trayectoria a los que, de un día para otro no los llamaron nunca más. No quieren hacer concursos porque prefieren tener gente contratada. También hay maltrato en actitudes de burla. La dirección del Teatro no recibe a los artistas. Cada vez que a la directora del Ballet se le pregunta algo ella dice que ese no es su tema. Tiene un secretario privado cuya función principal es pasarle información sobre lo que hacen los bailarines. Es una suerte de buchón con un sueldo altísimo. Todas las cartas que se mandaron por mesa de entrada dando a conocer malos tratos específicos se reenvían a Recursos Humanos cuya directora es Elizabeth Sarmiento, quedan cajoneadas y nunca salen a la luz. Muchas de estas cartas fueron colectivas y otras individuales. Cualquier persona que tenga un problema con Paloma Herrera es fustigada y corre el riesgo de no poder bailar nunca más».
“Además –continúa- la directora general (María Victoria Alcaraz) trata de sacarle provecho a que es la primera mujer que dirige el Colón y hasta lo usa para victimizarse cuando es atacada. Por supuesto, todos estamos de acuerdo con la igualdad de género, pero ella no tiene relación con los artistas. Siempre nos manda a hablar con un señor de apellido Sánchez que trabaja con su marido en la UBA. Las reuniones con él son un desperdicio porque es un señor que no sabe cuántas cuerdas tiene un violín. Ni siquiera tiene un cargo, es como una especie de operador político. Algunos delegados están comprados por la dirección. Ante nuestro deseo de denunciar lo que estaba pasando en el teatro ellos decían que de esa forma se ponían en riesgo las carreras o nuestros salarios. Te pongo un ejemplo: en cualquier teatro de Latinoamérica el sueldo de un concertino que es la jerarquía más alta de la orquesta está por encima de los 5.000 dólares, mientras que aquí, en el Colón, uno de los teatros más grandes del mundo, está en unos 1.200 dólares. La directora sale a decir públicamente que los artistas del Colón son un orgullo, que los invitan de otros teatros del mundo, lo cual es cierto, pero ella no nos sube el sueldo ni nos recibe.”

Estigmatización indiferencia y promesas incumplidas

Algunos de los integrantes de los más altos cargos de la orquesta refieren que cuando reclamaron un aumento ante la directora ésta les dijo que sólo podía dárselos a condición de que renunciaran a su cargo estable y entraran como contratados. Además, denuncian que no les permiten juntarse en el Teatro con el equipo técnico y que prácticamente tienen que hacerlo a escondidas.
“Ya no queremos promesas -dice otro de los integrantes de la Orquesta- porque con promesas incumplidas venimos hace cuatro años. Lo que queremos es un aumento de sueldo que está atrasado en un 80 por ciento. En los años 70 y 80, por ejemplo, por el prestigio del concertino y el lugar que ocupaba dentro de la Orquesta ganaba igual que un juez. Si sube el sueldo del concertino, como existe un enganche de la pirámide, todos los trabajadores logramos subir. Queremos tener sueldos acordes con la categoría que tiene el teatro. Lo sueldos que les pagan a los artistas invitados son internacionales. Aquí un cantante invitado gana como mínimo 10.000 dólares por función. Además, el teatro trae a jurados internacionales a los que se les paga el alojamiento, la estadía, pasaje y cachet y luego tenemos ganadores del más alto nivel a los que se le pagan 800 o 900 dólares.”
Por otra parte, según declaran los trabajadores de la orquesta, Enrique Arturo Diemecke, quien tiene a su cargo la dirección general artística y de producción “se autoprograma, es decir, se autocontrata porque él hace ópera, concierto, Colón para Niños, Colón Contemporáneo… Es decir que, además del sueldo, recibe el cachet de estos espectáculos.”
Añaden que había programado un cierre del año en el teatro Tronador de Mar del Plata que fue cancelado por la directora porque sabía que los trabajadores del Colón llevarían sus reclamos también a ese escenario. Fuera de esto, la reacción a los reclamos es nula por parte de la dirección. “Esta es una medida -dice uno de los integrantes de la orquesta- para que cesemos con los reclamos, pero nosotros vamos a seguir.”

Público, marketing y falta de respuestas

Otro de los trabajadores dice. “En las funciones de El lago de los cisnes, quienes están sentados en la platea, donde se pagan las entradas más caras, nos gritan zurdos, kirchneristas, mientras que en el segundo piso todo el mundo está de pie apoyándonos. La directora dice que no puede atender a nuestros reclamos porque el teatro no puede asumir el precio de los insumos, pero nosotros no estamos pidiendo que compren cuerdas o instrumentos, estamos pidiendo un aumento de salario, queremos un salario digno. El dinero está, lo que falta es la voluntad de pagar.” Corrobora el dato uno de los integrantes del Ballet: “Nosotros tenemos dos públicos diferentes. Mientras el de la platea por lo general nos abuchea, el del resto de la sala nos aplaude. Si bien las entradas en general no son baratas, las de la platea son las más caras. Esto demuestra hacia dónde apunta nuestro público y el marketing del teatro.”
La situación es crítica en este momento, pero tiene larga data. Consultados diversos integrantes del ballet, todos coinciden en que la situación no es nueva. “Nosotros -dice uno de ellos- hemos hecho nuestros reclamos por carta por la vía correspondiente, es decir a través de la mesa de entradas. Lo hemos ante la dirección del Teatro y en nuestro caso, ante la dirección del Ballet, y jamás fueron respondidos. Queremos dejar en claro que nuestros reclamos nunca interfirieron con nuestra labor diaria y nunca suspendimos ningún ensayo ni ninguna función. Recién después del último saludo es que manifestamos públicamente nuestros reclamos. Hay un abuso de poder, pero no sólo con el Ballet, sino que es general, se extiende a todas las áreas del teatro. Cada vez que intentamos hacer un reclamo del otro lado hemos recibido muy malos tratos, agresiones, gritos. Intentan humillarnos diciéndonos que somos verduleros o empleados municipales como si ambas cosas fueran despectivas. Y ni hablar de la precarización laboral. Un compañero que hace la misma función que un integrante del Ballet Estable cobra 12.500 $ por mes que es el 2,5 por ciento del sueldo de la directora. Esa persona que está por debajo de la línea de pobreza es el refuerzo del Ballet, hace todo lo que hace un bailarín estable por si en alguna circunstancia le toca reemplazarlo. Paloma Herrera cobra 3.600.000 $ anuales y tiene un contrato como asesora pedagógica y otro de entre 40.000 y 90.000 como programadora de giras del Instituto. Todo esto lo cobra aparte de su sueldo mensual.”
“En cuanto al maltrato –dice- nosotros preferimos no hablar tanto de él porque es algo más subjetivo. Para nosotros el maltrato es la indiferencia que hay de parte de la dirección para con los trabajadores del Teatro en general o cuando ante un reclamo salarial te contestan que sos un empleado municipal, como si esto fuera algo malo. Y esto no es privativo del Ballet, sino de todas las áreas del Teatro. “
Y agrega: “Lo que queremos es terminar con la precarización laboral y que los contratos no existan más dentro de nuestro sistema orgánico, tener diálogo con las autoridades de las que no hemos recibido ninguna respuesta a pesar de los reclamos que se hicieron públicos. También queremos que se termine el abuso de poder por parte de los directivos de turno que nos quitan derechos e incumplen con las reglamentaciones de las compañías y las costumbres del Teatro de más de 100 años.”

Dinero público, negocios privados

Uno de los problemas específicos del Ballet es que su directora dice ocuparse sólo de la dirección artística, por lo que ante cualquier otro problema que se le plantea, ella argumenta que no es de su especialidad, que está fuera de su área de competencia. “Muchas de las cosas no se resuelven –dice uno de los bailarines- porque ella no se hace cargo, no es gestora, es una couch, pero no se ocupa de nuestra necesidades, a pesar de figurar como directora del Ballet Estable del Colón. Todo lo que implica salir con un buen vestuario, con tener la posibilidad de un ensayo digno o que las funciones sean organizadas, ella argumenta que no es asunto suyo. Tampoco delega estas tareas a otra gente y todo termina siendo catastrófico. Nadie tiene un problema personal con Paloma Herrera, pero no nos gustan muchas de las cosas que hace y cómo se dirige a otros colegas. En el Teatro se manejan cifras millonarias que a nosotros nos importan porque es dinero del contribuyente, porque es dinero del Estado. Barenboim cobró 14 millones de pesos por cinco funciones y la orquesta otros 24 millones. Basta con fijarse en el Boletín Oficial para darse cuenta de que esto es un desastre. Acá se está desperdiciando dinero público con negocios privados y con contratos tan abultados.”

Paro de enfermeras y enfermeros en hospitales porteños

18.12.2019

Los trabajadores de la salud exigen recomposición salarial y mejores condiciones laborales.

El paro de este miércoles por ser incluidos nuevamente en la ley de profesionales de la salud, apertura de paritarias y mejoras sobre las condiciones en las que trabajan se repetirá durante el fin de semana, sábado y domingo, como votaron los trabajadores en asamblea días atrás.
Desde la mañana los trabajadores de hospitales porteños como el Garrahan, Durand, Alvarez, Penna, Piñero, Udaondo entre otros mantienen cortada la esquina de Acoyte y Rivadavia para hacer visible el conflicto a la Escuela de Enfermeros Grierson.
Los trabajadores del Durand denunciaron además que “las autoridades del hospital nos amedrentan mediante auditorias y la presencia policial continua, y amenazan constantemente con hacernos sumarios”.

En la Ciudad de Buenos Aires, las mujeres cobran menos y consiguen menos empleo

18.12.2019

La sola condición de ser mujer se convierte en un factor preponderante al momento de acercarse al mercado de trabajo porteño. Un estudio oficial muestra que la desocupación y la subocupación crecen significativamente, mientras que el ingreso promedio es muy inferior al de los hombres.

La tasa de empleo en la Ciudad de Buenos Aires aumentó de 57,7% a 58,4% en el segundo trimestre del año, y como resultado de estas variaciones, la tasa de desocupación se ubicó en 10,9%, de acuerdo con el estudio de caracterización de la PEA y análisis de ingresos por fuente de la Dirección General de Estadística y Censos.
Asimismo, se registró que «en el trimestre que se informa, la tasa de subocupación horaria (refiere al conjunto de población que trabaja involuntariamente menos de 35 horas a la semana y está disponible para aumentar esa duración) asciende al 11,5%, con una expansión de 2 puntos porcentuales en el último año».
El 53,6% de la población ocupada de la Ciudad se desempeña en puestos de baja calificación (operativa y no calificada), con una reducción de esta porción en la comparación interanual, en favor de los de alta calificación; y las actividades económicas de servicios son las que concentran la porción más importante de los ocupados (85,7%).
«La condición de ser joven o de ser mujer sigue jugando un papel preponderante cuando hablamos de menores oportunidades en el mercado de trabajo. Las mujeres siguen presentando tasas de desocupación (13,1%), subocupación (12,7%) y precarización superiores a las de sus pares varones», indicó.
El ingreso promedio en la ocupación principal es de $30.795, con una brecha significativa entre varones ($34.468) y mujeres ($26.649).
Los asalariados varones tienen un ingreso en su ocupación principal de $33.931 y la mitad de ellos gana hasta $28.000 al mes.
Por su parte, las asalariadas mujeres tienen un ingreso por trabajo que en promedio es de $27.646 y la mitad de ellas recibe $24.000 o menos.
En el último año, el ingreso de los asalariados crece 32,6%, con diferencias entre varones (29,3%) y mujeres (34,3%).
Los jefes de hogar (59,1% de los ocupados) tienen un ingreso en su ocupación principal que promedia los $34.037, con marcadas diferencias por sexo: los varones ganan $ 38.088 y las mujeres $28.183.

Nueva persecución de la Policía de Larreta a trabajadores senegaleses

17.12.2019

Vendedores ambulantes de origen senegalés, resisten a los continuos amedrentamientos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.

Policía, inspectores del Ministerio de “Espacio Público y Medio Ambiente”, se encargan de marcar a los trabajadores senegaleses que venden en el barrio de Once.
El objetivo es claro, sencillo. Como si de una razzia se tratara, se mueven rápido y van hacia lo único que pueden ver: la mercadería con la que los vendedores se ganan la vida. Con el nuevo Código Contravencional, que se aprobó hace días en la Legislatura porteña -35 votos a favor, 23 en contra-, los vendedores ambulantes se enfrentan constantemente a los atropellos de estos operativos, realizados por la policía y el ministerio.
“¡Basuras, corruptos de mierda! Vayan a detener a los que les venden droga a los pibes en la plaza”, decía una vecina que pasaba por ahí con su hija, y que vio cuando le sacaron la mercadería a Serigne, un laburante senegalés.
Esto pasa todos los días, desde que llega el primer vendedor ambulante, hasta que la policía de Larreta decide que es buen momento para terminar con su jornada de “trabajo”. Y Modu, un joven senegalés que llegó al país hace tan solo 7 meses, lo resume de forma perfecta: “Para nosotros es así: trabajar, quilombo, defenderse, volver a trabajar”.

El cierre de librería Los Argonautas

15.12.2019

Por Analía Ávila

La histórica librería porteña fundada en 1943 baja su persiana debido a la crisis económica desatada por las políticas macristas. Con una liquidación de libros al 50 por ciento, estará abierta hasta fines de enero de 2020.

La librería Los Argonautas está ubicada en Avenida de Mayo 637, en el barrio porteño de Monserrat. Los buscadores de rarezas, libros agotados, usados y de saldo, que gustamos de hurgar las estanterías en el tiempo que da una pausa en medio del vértigo de la rutina diaria, la visitamos seguido. Con una atención amable y conocedora por parte del personal, ofrece un amplio catálogo de libros de historia, filosofía, psicología, literatura argentina, universal y poesía. También hay material de medicina, arqueología, diccionarios y enciclopedias, entre muchos otros temas.
Desde este mes de diciembre la fisonomía del local cambió. Un cartel en la puerta anuncia: “Remate por cierre. Todo al 50 %”, y en algunas mesas se ofrecen 3 libros por 200 pesos. En sus redes sociales también anunciaron la liquidación de los más de 10.000 títulos. El público postea comentarios lamentando el cierre y concurre para ver las ofertas, antes de que baje sus persianas a fines de enero de 2020.
Mariano Arzadun, el dueño de la librería, cuenta algo de su historia. Fue fundada con el nombre de Feria de Libros por don Gregorio Finkelstein, el 2 de junio de 1943 y continuada por su hijo Abraham “Chiche” Finkelstein hasta el día de su fallecimiento, el 31 de diciembre de 2002. Chiche la transformó en lo que es hasta hoy, una “librería de viejo” donde el bibliófilo puede encontrar ese libro agotado que seguramente estará en alguna de las mesas de ofertas, en las estanterías o en las vitrinas. Luego fue llevada adelante varios años por sus hijas. A partir de 2009 el local estuvo en manos de la familia Arzadun, también libreros de toda la vida. Su nombre cambió a Los Argonautas, y se mantuvo la propuesta de vender el mismo material.
Por su ubicación en pleno casco histórico de la Ciudad y por sus 75 años de existencia, la librería fue testigo privilegiada de sucesos históricos. Mariano recuerda: “Los Argonautas ha visto pasar por sus puertas gran parte de la historia de nuestro país: los famosos corsos de carnaval, las revoluciones y las marchas de Plaza de Mayo de distintos gremios”.
Consultado por los motivos del cierre, Arzadun enumera varios:”Por un lado la pésima gestión económica del último gobierno, que a causa de la inflación provocó un aumento constante de costos fijos necesarios para mantener abierto el local (alquiler, servicios, etc.), y que no fue acompañado por un aumento en la venta, debido a la caída del poder adquisitivo general de la gente. Por otro lado, el sector del libro está particularmente golpeado, la caída del consumo de libros es constante. Hay nuevas formas de entretenimiento a un menor costo. Y además existe una nueva competencia, los medios digitales de venta de libros fisicos, como Mercadolibre”.
Recordemos que las librerías pequeñas e independientes son las que más sufrieron las nefastas políticas culturales y medidas económicas del macrismo. Según el último informe de la Cámara Argentina del Libro (CAL), desde 2016 se cerraron más de 50 librerías, que representan un 5 % del total de las comercialmente activas. También hubo un achicamiento de las editoriales, el 62 % de ellas redujo las tiradas y percibieron una disminución en la venta de libros que oscila entre unos 5 y 20 puntos.

La librería Los Argonautas está ubicada en Av. de Mayo 637 (CABA), el horario de atención es de lunes a sábados de 9:00h a 20:30h y estará abierta hasta fines de enero de 2020.

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