Comunicadores del Sur

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Miles de mujeres corearon “El Estado opresor es un macho violador”

7.12.2019

Por Carlos Rodríguez

“El Estado opresor es un macho violador”. La consigna recorrió las calles del microcentro porteño, cuando una multitud integrada por mujeres de colectivos feministas salieron a repudiar la violencia de género y a reclamar la sanción del aborto legal, seguro y gratuito. La iniciativa fue un acto de homenaje a las feministas chilenas del colectivo La Tesis, porque las argentinas recrearon la canción que viralizaron por las redes las mujeres del país vecino. De todos modos, introdujeron varias modificaciones y agregados en la letra para adaptarla a la realidad argentina. La demostración comenzó frente al Palacio de Tribunales, tras ser anunciada y convocada a través de las redes sociales.
Luego se convirtió en marcha con paradas en el Obelisco, cerca de la sede del Gobierno porteño y en la Plaza de Mayo, con la mirada puesta en la Catedral Metropolitana. Allí se escucharon viejas consignas como: “Iglesia y Estado, asuntos separados”, “Quiten sus rosarios de nuestros ovarios” y el más duro de todos “Iglesia, basura, vos sos la dictadura”.
Eva Verde y Mariana Valentini, del Colectivo Fin de Un Mundo, uno de los espacios que convocaron a la demostración, explicaron que tuvieron dos ensayos para coordinar los coros y el baile. A la primera convocatoria concurrieron más de ciento cincuenta mujeres y a la segunda, en el Parque Centenario, fueron más de 450. En el acto realizado por el microcentro porteño, esa cifra fue superada largamente, porque eran miles.
Fin de Un Mundo, un colectivo creado hace seis años, se define como “artístico y político”. Tiene gran repercusión su presencia, siempre multitudinaria, en las marchas por el Día de la Mujer, el 8 de marzo, los 24 de marzo sale en caravana a repudiar el golpe de Estado de 1976 y está siempre presente en los Encuentros de Mujeres que se realizan año a año. “Junto con otros colectivos feministas nos reunimos para hacer esta acción colectiva, tomando el ejemplo y también en homenaje a nuestras hermanas de Chile”.
Además de la canción, dos de los cánticos más escuchados fueron: “Fuera, fuera, fuera Piñera fuera” y “Que muera Piñera, no mi compañera”, en obvia dedicatoria al presidente chileno Sebastián Piñera. También se escucharon expresiones en favor del pueblo boliviano y en repudio al golpe de Estado que obligó a la renuncia de Evo Morales.
“Nosotras hacemos música y radio abierta en la calle, en las manifestaciones, y quisimos replicar acá lo que hicieron las feministas de Chile”, explicaron las militantes de Fin de Un Mundo. Uno de los temas incorporados a la canción original fue el reclamo por la sanción del aborto legal. Respecto de las expectativas que tienen ante la inminente asunción del gobierno encabezado por Alberto Fernández, señalaron que ellas esperan “que se sancione la ley que garantice la realización del aborto en forma legal, segura y gratuita en el hospital y en cualquier lugar. Lo esperamos porque es un reclamo histórico que no tiene que ver con un gobierno o con otro. Es un reclamo histórico, como es histórica la lucha feminista”. Aclararon que, el cambio de gobierno, “no significa que todavía haya dinosaurios que se oponen a un tema que ya debería haberse cerrado con una sanción favorable durante la gestión del gobierno actual”.
A las cuatro de la tarde, las asistentes tuvieron una reunión previa en la esquina de Córdoba y Libertad, en la plaza que está ubicada en diagonal a la fachada del Teatro Nacional Cervantes, Luego, en forma rápida, casi corriendo, tomaron posición sobre la calle Talcahuano al 500, frente al Palacio de los Tribunales. Todas se ubicaron de espaldas contra las vallas que separan la calle de la plaza y se pararon de frente, como mirando a la cara a los encargados de administrar justicia.
Ya ubicadas en forma simbólica ante el Poder Judicial, denunciaron a los jueces “que nos condenan por nacer” y que “protegen a los asesinos” en los delitos graves como femicidios, violaciones y trata de personas.
Además de agregar un párrafo de reclamo por el aborto legal, incorporaron la denuncia “a la yuta (policía/” por su complicidad con la trata de personas, delito al que compararon a la desaparición de personas y a la tortura. Las críticas alcanzaron también al “Estado y al Presidente”, como parte responsable, para culminar diciendo que “el Estado opresor es un macho violador”.
Uno de los estribillos más señalados fue coincidente con el mensaje de las feministas chilenas: “Y la culpa no es la mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía. El violador sos vos, el violador sos vos”, repitieron una y otra vez, mientras cientos de dedos acusadores señalaban en forma simbólica a los machos violentos, a los femicidas, al patriarcado que los ampara.
Otro de los puntos cuestionados fue el de la justicia, sin rango de género sino en general, incluyendo a las juezas “que de los pobres se olvidó” consolidando una justicia clasista, para ricos.
La segunda parada fue en la Plaza de la República, donde repitieron la canción y el baile, primero de espaldas y luego de cara al Obelisco. Luego pararon en Diagonal Norte, cuando se cruza con Rivadavia, cerca de la sede del Gobierno de la Ciudad. La última parada fue en la Plaza de Mayo. Esta vez eligieron dirigir el mensaje a la Iglesia, paradas frente a la Catedral Metropolitana. Mucha gente, sorprendida por la falta de anuncio del acto a través de los grandes medios de comunicación, se fue sumando a las manifestantes. “Mujer, que escuchas, únete a la lucha”, fue la consigna, que reactualiza viejos cánticos políticos.
El acto se cerró cuando el sol se estaba ocultando detrás del Cabildo de Buenos Aires. Tal vez por la cercanía del cambio de gobierno, no hubo un intento de acercamiento a la Casa Rosada, ya virtualmente abandonada por el macrismo. Mientras miraba la escena de la caída de la tarde, una joven gritó con todas sus fuerzas: “Ya va a volver a salir (el sol) y será para nosotras”.

Justicia para Lucas Cabello: 4 años después, el fin de la mentira de Vidal

6.12.2019

Por Santiago Asorey

“Paralelismos del destino de las luchas populares en la Argentina: luego de cuatro de años de disputa judicial la llegada del juicio de Lucas al Tribunal Oral n° 1 coincidió con la crisis electoral del macrismo y de la gobernadora de Buenos Aires, quien fue la primera que buscó encubrir el caso de gatillo fácil”.

El 9 de noviembre del 2015, recibí una llamada de la abogada y compañera en causas sociales y derechos humanos, Gabriela Carpineti, contándome que en la Boca había ocurrido un fusilamiento de un joven que aún vivía. Lucas Cabello (22 años), vecino de la Boca y padre de Milena (por entonces tenía dos años), sufrió el gatillo fácil del uniformado, de la (entonces) Policía Metropolitana, Ricardo Ayala. Pero a diferencia de otros casos, él seguía peleando por su vida, con heridas muy graves, en el Hospital Argerich.
Ayala disparó tres veces contra Lucas. El primer disparo lo tiró al piso. El segundo y tercero, apuntando a la cabeza, tuvieron el objetivo de rematarlo. Así lo declararon la entonces pareja de Lucas y testigos de los hechos en el juicio oral que terminó con un fallo historico de condena a Ayala. Todo ocurrió frente a su pareja y su hija, unos minutos después de que él volviera de la panadería. Había ido a buscar unos sandwiches para comer junto su familia.
Gaby (hoy, es la abogada de Lucas junto a Adrián Albor) me llamó unas horas después desde el Hospital mientras acompañaba a Carolina Vila, madre de Lucas, en el medio de una desesperación inabordable. Llegue al hospital y conocí a esa enorme mujer luchadora que es Caro y pudimos ver ya tarde por la noche, en el medio del dolor, el miedo y la impotencia, la capacidad organizativa de los vecinos del barrio de la Boca, quienes acompañaron en todo momento a la familia de Lucas y, entre otras cosas, cortaron la calle Martín Rodríguez para visibilizar el hecho. Exigían justicia y expresaban una memoria colectiva donde se hacían presentes otros casos de gatillo fácil. Era el comienzo de un largo camino que tras cuatros años llevaría la causa al juicio oral.

La mentira de Vidal para proteger al criminal

Unas horas después del ataque, mientras Lucas se encontraba internado en grave estado, Caro tenía que ver en la televisión de la sala de espera como María Eugenia Vidal mentía abiertamente con el guión de encubrimiento de la Policía. En vez de despegarse del accionar criminal de Ayala, Vidal y la Policía Metropolitana lo apañaron y protegieron. Vidal quiso justificar al agente al internar vincular a Lucas con un caso de violencia de género. La velocidad y el coraje con la cual la familia de Lucas y sus vecinos salieron a desmentir fue la clave para empezar a revertir la historia.

El germen de la doctrina Chocobar

El macrismo, en los albores de su llegada al Poder Ejecutivo Nacional, abría un capítulo que podría ser catalogado como el germen de la doctrina Chocobar. Sus dirigentes más importantes respaldaban abiertamente a un integrante de la fuerza de seguridad en un caso de gatillo fácil. Luego, Patricia Bullrich le daría forma institucional a esa metodología, profundizando y sistematizando también la represión y criminalización de la protesta social.
Los efectos del fusilamiento como política de Estado se multiplicarían por todos el país, inclusive en policías provinciales de otro signo político, como el asesinato del niño de 12 años Facundo Ferreira, a manos de la Policía de Tucumán, en marzo del 2018. Se había construido un nuevo espíritu de época, esbozando lentamente los contornos de un Estado policial. Y todo empezó allí, aquel noviembre del 2015, en el ascenso de la noche macrista, cuando Vidal poseía sus niveles más altos de legitimidad ante la sociedad. La familia de Lucas fue la primera en señalar la infamia que empezaba a crecer.

El juicio oral como resultado de la lucha popular y los días de la implosión del macrismo

En el barrio de la Boca funcionaba desde principios del 2015 una mesa multisectorial en la cual participaban docentes, trabajadores, militantes, abogados y periodistas de distintos medios de comunicación popular con el fin de visibilizar casos de violencia policial. Esa articulación previa, y la insistencia sobre la solidaridad militante, permitió que al ocurrir el caso de Lucas las organizaciones pudieran contar con canales de comunicación para desmentir la versión de la Policía Metropolitana y de las autoridades del Pro. Además, de contar con la posibilidad de acceder a un asesoramiento legal.
Paralelismos del destino de las luchas populares en la Argentina: luego de cuatro años de disputa judicial la llegada del juicio de Lucas al Tribunal Oral n° 1 coincidió con la crisis electoral del macrismo y de la gobernadora de Buenos Aires, quien fue la primera que buscó encubrir el caso de gatillo fácil.
Durante estos 4 años, la versión de la fuerza de seguridad fue desmontada paso a paso. A tal punto que la Cámara de Apelaciones resolvió que el ataque contra Lucas implicó “una grave violación a los derechos humanos”. Se logró llegar al juicio porque también se ganó la disputa por difundir la verdad. Al principio, Lucas era para Clarín un “trapito baleado”; hoy, Clarín y todos los medios de comunicación hablan del joven vecino del barrio de la Boca y del padre de una nena de seis años. Ese fue el triunfo de la verdad y de la vida; fue el triunfo de Lucas, de su familia, de las organizaciones barriales y también de los medios de comunicación populares que actuaron en velocidad, juntos y de forma articulada.

La Legislatura derogó la ley que precarizaba el trabajo de residentes y concurrentes de hospitales porteños

5.12.2019

La Legislatura porteña derogó hoy la Ley de Residentes y Concurrentes, que había sido aprobada la semana pasada en medio de la represión a los médicos.

Así, luego de varios días de paro y movilizaciones, los profesionales de los hospitales de la ciudad de Buenos Aires lograron que este jueves la Legislatura suspendiera el proyecto que repudiaban, ya que según indicaron «precarizaba las condiciones laborales de los trabajadores de la salud».
Tras la derogación de la norma, el Gobierno porteño deberá ahora convocar a una mesa de diálogo para trabajar en un nuevo texto.
Este miércoles, autoridades del Gobierno de la Ciudad se habían comprometido a derogar la ley de residentes y concurrentes ante la Asamblea de trabajadores de la salud.
«Déjese sin efecto la sanción del proyecto de Ley Nº 2828-D- 2019 y su agregado Nº 2862-2019, del día 28 de noviembre de 2019», se indica en la resolución que fue votada este jueves al mediodía y sancionada por unanimidad, con 58 votos afirmativos.
El «Régimen de Residencias de Equipos de Salud y Apoyo a los Equipos de Salud» había sido aprobado el pasado jueves en la Legislatura.
Entre algunos de los artículos cuestionados está la «legalización de jornadas laborales extenuantes», de las cuales que afirman podrían superar las 60 horas semanales.
Otro de los puntos, es el «sostenimiento del régimen de concurrentes», que son los médicos que cumplen las mismas tareas que los residentes, pero sin recibir remuneración.

Fue gatillo fácil: condenaron al policía porteño que quiso matar a Lucas Cabello en 2015

5.12.2019

El TOC 1 condenó a Ricardo Ayala a 16 años de prisión y ordenó que se investiguen las responsabilidades políticas en el encubrimiento del policía. Macri, Vidal y Montenegro eran los responsables.

El Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de la Ciudad de Buenos Aires condenó este jueves al agente de la ex Policía Metropolitana Ricardo Ayala a una pena de 16 años de prisión por el intento de homicidio agravado en perjuicio del joven Lucas Cabello, hecho ocurrido el 9 de noviembre de 2015.
Los jueces determinaron que Ayala continúe en libertad hasta tanto la condena no quede firme y a su vez sentenciaron que deben ser investigadas las responsabilidades políticas y civiles en el intento de encubrimiento del hecho. Al momento de ocurrir el intento de homicidio el jefe de Gobierno era Mauricio Macri, la Vicejefa María Eugenia Vidal y el ministro de Seguridad Guillermo Montenegro.
Desde el Colectivo de Medios Populares (que cubrieron todas las alternativas del juicio), informaron que tras terminar la audiencia “Lucas habló con una gran emoción ante una multitud de vecinos e integrantes de organizaciones sociales y derechos humanos que lo acompañaron durante todo el juicio”.
“Muchas gracias a todos. A cada uno de ustedes que vino hoy y el resto de las audiencias. No me voy a olvidar nunca más de ustedes. Estoy muy emocionado”, dijo Cabello.
También habló su abogada Gabriela Carpineti: “Gracias Lucas. Por ganarle a la impunidad. No solamente son los 16 años de condena a prisión para el policía verdugo que intentó matarte, sino su inhabilitacion perpetua para ejercer cargos públicos y la orden de investigar el encumbrimiento del entonces Ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro, la entonces Vice Jefa, María Eugenia Vidal y el entonces Jefe de Gobierno, Mauricio Macri”.
Carpineti agregó que lograron “convencer al Tribunal no sólo de la responsabilidad penal del Agente Ayala sino también de un conjunto de responsabilidades políticas y civiles que deben ser investigadas judicialmente. Una causa que arrancó amarilla en noviembre de 2015 y se va con una condena popular, como sus posibles encubridores, en diciembre de 2019. Gracias a todos, a esas madres inquebrantables que nos sostenían de pie, por resistir estos años difíciles desde la verdad, la organización colectiva y el amor incondicional a los pibes de nuestro pueblo”.
Por su parte Matías Busso, abogado de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, también querellantes, afirmó que “el fallo sienta un precedente muy importante. Es un fallo histórico. Todos le creyeron a Lucas. Eso es muy importante. También es muy destacable, más allá de monto que es importante, que se solicitará investigar cuestiones vinculadas al encubrimiento y las responsabilidades políticas de las autoridades.”
Los hechos juzgados en este proceso ocurrieron el 9 de noviembre del 2015, cuando Lucas Cabello fue baleado por el agente de la entonces Policía Metropolitana Ayala en la puerta de su casa (en el barrio de La Boca) frente a su hija de 2 años y su mujer. Ayala tiró tres tiros, a quemarropa, hiriendo gravemente a Cabello.

Condenaron a dieciséis años de prisión al policía que disparó a Lucas Cabello

5.12.2019

Por Antonella Giuso

Hace cuatro años y un mes el agente Ricardo Ayala, perteneciente a la Policía Metropolitana fusilaba a Lucas Cabello con tres tiros por la espalda. Hoy en los Tribunales de Talcahuano recibió la sentencia de 16 años de prisión por tentativa de homicidio agravado por pertenecer a las fuerzas de seguridad, quedará efectiva el próximo 7 de febrero dónde se darán a conocer los fundamentos.

Lucas es un sobreviviente del gatillo fácil, una problemática que se estableció como doctrina los últimos cuatro años. Desde la fecha hasta entonces su familia, vecines, organizaciones políticas y sociales, y por supuesto, él, emprendieron la lucha en búsqueda de justicia.
Aquel nueve de noviembre de 2015 cuando Ricardo Ayala le disparó, fueron les mismes vecines quienes se encargaron de cuidar la escena y ver que nadie «plantara» nada. También quienes desmintieron las declaraciones de María Eugenia Vidal, ya candidata electa para gobernadora bonaerense, que intentando enmascarar el hecho lo calificó de violencia de género para responsabilizar a Cabello.
El juicio que demostró la responsabilidad de Ayala como autor de la tentativa de homicidio, comenzó el veintidós de agosto pasado. La abogada Gabriela Carpineti y Adrián Albor llevaron adelante la imputación contra el uniformado, acompañades por la Liga Argentina por los Derechos del Hombre.
La causa a cargo del Tribunal Oral Criminal 1 tuvo en cuenta los daños efectuados en la vida de Lucas, que no sólo vive hoy con una hemiplejia sino que producto de la misma acarrea otras complicaciones en su salud.
Pasadas varias audiencias la lectura del veredicto se dio a sala llena, en el mismo lugar donde se efectuó el Juicio a las Juntas Militares, pero esta vez quienes la desbordaron fueron militantes y madres de víctimas de la represión estatal.
A pesar de retener a varias personas en la entrada, la policía no logró su cometido, la gente ingresó igual. Con suma atención escucharon la sentencia, al oírse la condena un grito unísono de festejo y llanto brotó de aquella histórica sala. La victoria de una causa que representa a muchas, las madres de les pibes asesinades por la cana se abrazaron. Lucas y su familia también. La lucha gratifica y las victorias como esta motorizan a ir por más.
Un quiebre a la impunidad a la que nos acostumbramos, Lucas sobrevivió para contarlo y también para hacer justicia, así lo mencionó al salir de Talcahuano al 550 «Yo estoy acá por todos esos pibes». Este fallo no sólo nos da una pauta para otras causas, más importante aún, queda en la memoria y cada vez el gatillo no será tan fácil, les pibes que mataron van a volver en cientos de Lucas que enfrenten las injusticias y luchen por un mundo donde la dignidad sea costumbre.

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