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Espacio de la Memoria Virrey Cevallos: a 43 años del golpe, 43 formas de resistir

24.3.2019

Por Nadia Mayorquín

El Centro de la Memoria Virrey Cevallos impulsa 43 actividades culturales en el marco de la conmemoración del 43° aniversario del último golpe cívico- eclesiástico-militar. La propuesta busca integrar colectivos artísticos, sociales y culturales bajo una misma consigna: “Intervenciones y formas de resistencia de la memoria”.

 

El ciclo del Centro de la Memoria Virrey Cevallos empezó el viernes 1º de marzo con un homenaje a los murgueros víctimas de desaparición. En su programación incluye teatro, poesía, colocación de baldosas en recuerdo de los militantes desaparecidos del barrio e intervenciones gráficas. El 29 de marzo se realizará una suelta de libros y el cierre será el día 31 con murgas, teatro y música en vivo.

Las intervenciones cuentan con un texto en común del poeta Humberto Ak-Abal, que unifica la propuesta colectiva y será leído en las distintas performances:

De vez en cuando

camino al revés.

Es mi modo de recordar.

Si caminara sólo hacia adelante,

te podría contar,

cómo es el olvido.

 

Historia del Espacio de la Memoria Virrey Cevallos

 

Ubicado en el barrio de Monserrat, fue un centro clandestino de detención y tortura a cargo de un grupo de tareas del Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea Argentina. De acuerdo con los registros y testimonios de vecinos/as y sobrevivientes, se estima que la casa funcionó como centro de detención entre 1976 y 1978. Allí actuó la Regional de Inteligencia de Buenos Aires (RIBA) -que en un momento funcionó en la Séptima Brigada Aérea- y la Policía Federal Argentina.

Aunque la mayoría de los detenidos estaban tabicados -constantemente vendados-, los recuerdos físicos y los datos aportados por vecinos permitieron reconstruir la disposición del centro. En la planta baja funcionó la sala de interrogatorio donde los detenidos eran sometidos a preguntas, testimonios registrados con una máquina de escribir. Más atrás, en el ambiente alargado del fondo de la planta baja, funcionó la sala de torturas donde estaba la cama metálica o “parrilla”, que se utilizaba para pasar electricidad por el cuerpo a los detenidos. En el primer y segundo nivel del contrafrente funcionaron las celdas de los secuestrados, pequeños ambientes sin ventilación que habían sido pensados como cuartos de servidumbre a principios del siglo XX. En el entrepiso que da al frente de la calle Virrey Cevallos y que conecta los tres cuerpos de la casa, funcionaron las oficinas de inteligencia. Según los vecinos, por las ventanas que daban a la calle se podían distinguir personas armadas. 

Entre los detenidos se cuenta con el testimonio de Osvaldo López, que antes de darse a la fuga recuerda: “Ellos siempre traían gente que torturaban y ponían la música fuerte para que no se escucharan los gritos. Inclusive traían perros grandes a la noche”.

Miriam Lewin tenía 19 años el 17 de mayo de 1977, día en que la secuestraron. La llevaron a la comisaría Nº 44  y de ahí a Virrey Cevallos 632, donde pasó diez meses y medio. Posteriormente fue trasladada a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) hasta enero de 1979. De acuerdo a su testimonio, en el primer piso funcionó el comedor de los represores. Durante su cautiverio, en una ocasión, Lewin fue obligada a lavar los platos y reconoció el logo de la Fuerza Aérea en la vajilla.

 

Los testimonios del juicio y la sentencia

 

El 27 de diciembre de 2018 en los Tribunales de Comodoro Py, el tribunal Oral y Federal N ° 2, integrado por Jorge Tassara, Jorge Gorini y Rodrigo Gómez Uriburu, dictó sentencia sobre los delitos de lesa humanidad ocurridos en el centro clandestino Virrey Cevallos. Tres represores fueron condenados: le dieron 15 años al excomandante de la Fuerza Aérea Omar Rubens Graffigna, quien intentó hacerse pasar por senil; Jorge Monteverde, civil de Inteligencia de la Fuerza Aérea fue condenado a 13 años y Enrique Monteverde también civil y agente de inteligencia, fue absuelto.

El sobreviviente Osvaldo López no profundizó en detalles durante su testimonio. Se detuvo cuando el fiscal le preguntó cómo logró escapar de su cautiverio en ese centro, adónde fue, por qué lo detuvieron. Querían saber si militaba o no. Entonces López dijo: “Si no fuera por los libros socialistas y la militancia, yo no contaría mi secuestro, sino que estaría siendo juzgado”. Con esas últimas palabras uno de los jueces expresó que las preguntas habían sido suficientes.

López habló de una mujer, a quién intentó liberar en una celda que estaba al lado de la suya, pero no pudo abrir la cadena y escapó sin ella. La mujer era Lewin, también sobreviviente de ese Centro y de la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada). Durante su declaración, ella sí dio detalles de lo sucedido. En la sala de audiencias rememoró su captura, se acordó del auto que la persiguió para llevársela, de las caras de los tipos que la agarraron, y de sus miradas obscenas. Describió los actos siniestros realizados con objetos especialmente hechos para torturar. Consignó los apodos de los represores como “El Sota”, que en ese momento estaba sentado en el banquillo, era Jorge Monteverde. Lewin destacó la terraza de aquella casa, el sitio que fue diez meses su infierno. La terraza, a la que tuvo oportunidad de subir una vez, le dejó un recuerdo vívido, que años después le sirvió para reconocer que ella había estado en Virrey Cevallos 630, a dos cuadras del Departamento Central de Policía.

Se cuenta con el testimonio de nueve sobrevivientes y de una persona que llevaron herida, luego la trasladaron a la ex Esma y terminó muriendo allí. No se sabe con exactitud cuántas víctimas pasaron por el centro clandestino Virrey Cevallos.

Una multitud juvenil en el Festival de la Resistencia que organiza la murga “Cachengue”

24.3.2019

Como todos los años, un día antes del 24 de marzo, las chicas y chicos de la Murga Cachengue y Sudor organizaron el Festival de la Resistencia en la plaza 24 de Septiembre, de la ciudad de Buenos Aires. Es una cita obligada de miles de jóvenes que no solo tienen pasión por el carnaval murguero sino que fundamentalmente tienen memoria fértil para condenar el genocidio de los militares en 1976 (con la complicidad civil, religiosa, empresarial y periodística), y también todos los crímenes, persecuciones, leyes de punto final, indultos, leyes antiterroristas, gatillo fácil, mentiras, corrupciones, prohibición del aborto legal, seguro y gratuito, torturas en las comisarías, y muchas más lacras que también sucedieron en las democracias tuteladas posteriores.

Con alegría y con mucha coherencia, los muchachos y muchachas de Cachengue generaron un espacio de libertad y conciencia, e invitar a otras murgas, cantantes y poetas a un escenario maravilloso, donde todo lo que se dijo y cantó habla del pasado, del presente terrible que hoy se vive con la dictadura institucional de Macri, y también se orilló el futuro difícil que se nos viene encima. Pero como dicen los murgueros: “hay que seguir peleando para lograr un mundo donde quepan otros mundos”.

Con la calle como reivindicación mayor para la lucha, y con la decisión de que los 30 mil detenidos desaparecidos son bandera y legado que no se olvida, y menos se perdona a sus verdugos por sus crímenes, este sábado se convirtió en vigilia activa esperando las multitudes que este domingo marcharon hacia la emblemática Plaza de Mayo.

El milagro del amor y la bronca por todo lo que nos quitan a diario, lo hicieron estos miles de jóvenes que en una plaza porteña desafiaron censuras y represiones, porque no tienen miedo de decir y cantar lo que piensan. Y no solo fue Cachengue, sino la Murga Maestra (formada por docentes que además de enseñar, bailan en defensa de una educación pública y popular), o los murgueros de “Tocando fondo”, desde La Plata, con versos incisivos y desafiantes al poder.

Episodio aparte y no menos potente fue el aquelarre que se construyó al quemar a Momo, el dios del Carnaval. Con el fuego como disparador y cientos de jóvenes danzando alrededor, como en los homenajes a las brujas sacrificadas por la Inquisición, la multitud volvió a repetir que “adonde vayan los iremos a buscar” y que “Macri es un hijo de yuta” (policía en la jerga juvenil).

Muchos otros artistas populares se subieron al escenario montado en un viejo camión, y cerró con todo la banda “Sudor Marika”, para que el baile se generalice y los pañuelos verdes feministas y de todas las disidencias sexuales se agiten desafiando al patriarcado, que es como decir al capitalismo y al fascismo que nos quieren imponer.

Represión a trabajadores y trabajadoras de ATE: “La Policía nos gritaba ‘no vuelven más, kukas, en octubre mueren'”

23.3.2019

El secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano, ofreció su testimonio sobre la represión policial del miércoles 20 de marzo pasado. "El jefe del operativo iba pateando a los manifestantes", subrayó.

El secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano, se refirió a la represión desatada por efectivos policiales el miércoles 20 de marzo pasado, en el marco de una protesta de trabajadores y trabajadoras estatales en el centro porteño. En una entrevista, el dirigente gremial señaló: "Estábamos pidiendo la apertura de paritarias, realizábamos cuatro cortes de calles, cuando llegamos a Callao y Corrientes, Infantería directamente avanzó sobre la columna de ATE. Nos empujaron con los escudos y lanzaron gas pimienta".

En esta misma línea, Catalano siguió con su testimonio y recordó: "Decidimos caminar para bajar el nivel de tensión de la Policía, pero no había marco de acuerdo. Nosotros le decíamos 'vamos a dejar carriles liberados, pero dejen de pegarnos'".

Además, el referente de ATE Capital señaló: "La Policía nos gritaba 'no vuelven más, kukas, en octubre mueren'".

“Nos estamos acostumbrados al juego de provocación al cual el vicejefe de Gobierno Santilli (Diego) nos está empujando".

Además, subrayo: "El jefe del operativo iba pateando a los manifestantes" 

En declaraciones, Catalano se refirió a la situación de crisis que afecta al país y enfatizó: "Ser trabajador hoy implica ser pobre" y se refirió al rol de la prensa hegemónica: "Los medios de comunicación celebran cuando se protesta en Francia y demonizan cuando se protesta acá".

 

Apartaron al juez Gallardo, que ordenó viajar gratis si no funcionan las escaleras del subte

22.3.2019

La Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario apartó al juez Gallardo que había dispuesto que si las escaleras mecánicas y los ascensores de los subtes no andan, los usuarios podían viajar gratis.

En un fallo que parece más un guiño para Rodríguez Larreta, Sbase y Metrovías, la Cámara hizo lugar “parcialmente” a la apelación que interpuso el Gobierno de la Ciudad y la empresa concesionaria de los subtes.

Desplazó al Juez Andrés Gallardo de la causa por la cual éste había dictaminado que cuando las estaciones no tuvieran las vías de acceso en condiciones, los usuarios podrían viajar gratis.

La causa se había originado por una denuncia de una persona con discapacidad motriz que posee un local al interior del subterráneo.

En febrero, con uno de los tantos tarifazos incluidos, el Gobierno apeló esa medida.

Este viernes el dictamen ordenó que la causa recayera en otro juzgado. También dispuso -tal vez porque para que su favoritismo no sea tan alevoso-, que implementen y pongan en funcionamiento “en forma conjunta o separada” un programa sustituto de traslado del colectivo involucrado (personas con algún tipo de discapacidad).

La causa ahora recaerá en el Juzgado N° 3 Contencioso Administrativo y Tributario de primera instancia, a cargo de Pablo César Mántaras.

En el barrio de La Boca se recordó a Martín “Oso” Cisneros

22.3.2019

Como todos los años, desde que fuera asesinado por un colaborador narco de la policía de La Boca, los y las militantes de la Organización Social y Política Los Pibes, de ese barrio, recordaron el nacimiento de Martín “Oso” Cisneros.

Cientos de compañeros y compañeras se concentraron en la Calle Suárez y Necochea, donde además participaron de la inauguración del local de un nuevo emprendimiento: la Cooperativa de Recicladores y Cartoneros de La Boca.

Como cada año, la fecha elegida es el día de su nacimiento como una forma de celebrar la vida y su incansable lucha solidaria. Hoy el Oso hubiera cumplido 59 años. En estos difíciles tiempos en los que la persecución política se ha vuelto moneda corriente, reivindicar la vida es un acto de rebeldía.

Varios militantes de distintas organizaciones populares y los compañeros de Los Pibes recordaron al luchador asesinado y se comprometieron a seguir peleando contra el capitalismo que representa el actual gobierno de Macri.

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