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Trabajadores de la Cooperativa La Litoraleña resisten por sus puestos de trabajo

27.8.2018

Por Lucho Lucero

Ante la amenaza de rematar el inmueble, trabajadores de La Litoraleña se encuentran protestando frente a las puertas de la fábrica para evitar que se proceda a la ejecución del remate.

Durante la mañana de hoy, en Atanasio Girardot 345, Chacarita, los trabajadores de La Litoraleña, constituidos en cooperativa de trabajo luego de que el empresario los abandone hace más de tres años, se encuentran resistiendo ante la amenaza de desalojo por el posible remate del inmueble donde día a día generan el sustento de más de 55 trabajadores y sus familias.

Producen pastas, tapas de empanadas, pre pizzas y diversos productos alimenticios.
Como expresaron los trabajadores a La Izquierda Diario que se hizo presente para difundir su lucha, hace más de tres años, cuando el empresario los abandono dejándolos a la deriva y con deudas salariales de más de 4 meses entre aguinaldo, vacaciones y premios. Desde ese momento decidieron en asamblea resistir el vaciamiento y sostener los puestos de trabajo gestionando la producción ellos mismos.

Maciel Santos, uno de los 55 trabajadores que se encuentran resistiendo, contaba que hace 26 años trabaja en La Litoraleña y hace tres años constituidos en La Nueva Litoraleña, Cooperativa de trabajo. "Fue una decisión conjunta tomar la fabrica ante la falta de respuestas del dueño y con el detonante de amenazarnos con echarnos a 29 compañeros. Eso fue lo que nos convenció de que teníamos que resistir y llevar adelante nosotros la puesta en marcha de la fabrica para sostener nuestras familias. Durante un año sostuvimos la toma junto a diversas cooperativas y con el apoyo del barrio, exigiendo al juzgado comercial N°18 que nos otorgue el permiso para poder producir y así garantizar nuestro sustento."

"Después de un año y medio de una dura lucha conseguimos el permiso laboral y nos conformamos en Cooperativa, con matricula que nos dio el INAE y un permiso judicial para producir hasta mayo del 2019."

"El viernes nos enteramos que el dueño quiere rematar el inmueble donde estamos trabajando y nos cayó muy mal porque nosotros venimos sosteniendo a nuestras familias con este trabajo. Hay compañeros con mucha antigüedad, muchos con 40 y 50 años de edad y ante la situación del país creemos que conseguir otro trabajo es casi imposible. Queremos seguir trabajando acá en La Litoraleña, donde como yo hay compañeros con 25, 30, 35 años de antigüedad. Toda una vida trabajando en este lugar."

"Por eso hoy nos estamos manifestando y evitando que ingrese la martillera que enviaron para llevar adelante el remate que vence mañana martes 28. Queremos hacer valer nuestro permiso para producir.
El juzgado comercial N° 18 a cargo de la Doctora Valeria Pérez Casado, que nos otorgo el permiso, nos cobra un alquiler de $ 50.000 por el inmueble y ahora nos quieren venir a desalojar. Logramos tener habilitación municipal para producir productos alimenticios, cosa que nunca tuvo el dueño pero parece que a él no se lo exigían. Tenemos todo al día, con todo el esfuerzo que significa pagamos a los proveedores, los tarifazos de luz y gas los venimos sosteniendo para funcionar pero nos ahogan de todos lados. No quieren dejarnos trabajar y que podamos sostener a nuestras familias."

Los trabajadores continúan resistiendo el intento de rematarles el inmueble y convocan a que se solidaricen por la defensa de los puestos de trabajo a otras cooperativas, organizaciones sociales y políticas para evitar que los desalojen y poder seguir trabajando y gestionando la fábrica que les permite sostener a sus familias día a día.

Vence la concesión y hay 800 empleos en peligro en el Buenos Aires Design

27.82018

El Ejecutivo porteño envió un proyecto a la Legislatura para licitar el predio. Los adjudicatarios podrán sub alquilarlo, sin que la Ciudad pierda su titularidad. No se sabe que ocurrirá con los 800 trabajadores que hoy emplea.

El gobierno porteño presentó un proyecto en la Legislatura para volver a licitar el predio del Buenos Aires Design, iniciativa que deberá ser aprobada con 40 votos para convertirse en ley.

El predio fue concesionado por 25 años, desde 1983, y estaba operado actualmente por Emprendimientos Recoleta de IRSA, con 56%; y el 44%, por Hope Funds, de Enrique Blaskey Señorans, llamado el “Maddof argentino”, quien está detenido por estafa y lavado.

El Ejecutivo porteño licitará el predio bajo la nueva figura de “derecho real de superficie”, que permite otorgar el inmueble por 70 años. De esta forma, el adjudicatario actúa como dueño, aunque el gobierno no pierde la propiedad del inmueble.

Así­, quien gane la licitación podrá subdividir y subalquilar el predio, y la Ciudad podrá contar con mayores ingresos. Estos fondos no irán a Rentas Generales, sino Instituto Social de la Vivienda, que los utilizará para polí­ticas sociales de habitabilidad.

Por otro lado, el canon que los operadores actuales pagaban fue parte de la polémica: abonaban unos $400.000 mensuales, un monto que se amortiza con el alquiler y las expensas de apenas dos locales.

En efecto, el Buenos Aires Design contó con hasta 70 setenta locales alquilados -en su mayorí­a, Pymes de muebles y diseño-, pero esa cifra fue bajando considerablemente cuando se conoció que el 18 de noviembre termina la concesión. Los adjudicatarios actuales tienen hasta el 18 de febrero para desocupar el inmueble.

Con esos plazos corriendo es una incógnita el futuro de los 800 trabajadores que cumplen funciones en el Buenos Aires. Nadie responde respecto de su futuro, ni de una posible continuidad laboral.

Los gremios ya comenzaron reuniones con legisladores y con autoridades para tratar de encontrar alguna salida, aunque todavía no hubo avances concretos que puedan llevar certezas a las familias afectadas

¡Cómo duele Buenos Aires!

26.8.2018

Por Javier Tucci

El incremento de la población en situación de calle y el riesgo de estarlo creció significativamente en la Ciudad de Buenos Aires. En el corriente año ya se produjeron 23 muertes evitables. Crónica del dolor citadino por Javier Tucci.

Ya no hace falta adentrarse al suburbio, a los límites de esta ciudad monstruosa, para quedar cara a cara con los desterrados, con  los marginados por esta política de globos y su asquerosa alegría. ¡El neoliberalismo lo hizo de nuevo!

Si vas a andar por la ciudad, no podés perderte lo que la City tiene para vos: cientos de saltimbanquis sin rostro que lejos están de hacer reír a tus hijos en un teatrito de calle Corrientes, pero sí muy cerca de descubrir la "mierda circundante" de manera gratuita o por el módico gesto caritativo de una moneda al pasar. Ellos se encargarán de cachetearte para que voltees y mires su espantosa realidad cobijada en colchones que crecen día a día en los cien barrios porteños, sea en plazas, en la puerta de tu casa, en cajeros automáticos o en estaciones del subte.

La ciudad vuelve a doler, se siente en el cierre de comercios, en la persecución policial y cultural, en los piberíos que se amuchan y buscan desesperadamente un zodape de morfi para llenar la panza y hacerse de quimeras que los devuelvan a ese estado que alguna vez significó la dignidad. Porque hacia donde te muevas y por más que intentes evadir tu mirada, sus aullidos estarán vibrando para demostrarte su desangrado humano y la inercia que los zarandea para no morir de frío y que también los junta al fuego improvisado de la misma hoguera que encendió la revolución de la alegría para limpiarlos del mapa.

A la “Gente” no le gusta toparse con los wachos que marchan alucinados por esa bombilla mágica que muy pronto los puede hacer desaparecer ¿Cuántos realmente se preguntarán el motivo por el cual cada vez más asoman esas figuras cuasi zombis que huelen a muerte? ¿Sentirán culpa alguna por cómo vienen eligiendo sus representantes políticos, a esa runfla de empresarios que en dos años y medio ha generado casi dos millones de pobres y ha ajustado el bolsillo de la clase media en todas sus variables, a valores que nos retrotraen 17 años en el almanaque?

Duele caminar todos los días para combinar la línea C con la A y encontrarte a esa madre con su bebé en brazos sosteniendo un cartel que reza “Me ayudás”; duelen las patas moradas de los wachines que merodean por la nave nodriza y vos abrigadito hasta el ojete; duele la vidriera de la plaza de los dos congresos abarrotada de parcelas improvisadas para levantar una cucha con plásticos o cartones, en la que juegan una manito de cartas, toman mate con un kilo de azúcar para engañar el estómago o donde quizá, encuentren la muerte.

Narrar el encuentro de decenas de bollitos humanos por las calles de Buenos Aires, afilados y empotrados en colchones con frazadas y cartones llenos de mierda, no resulta nada fácil, es más, todavía respiro sus dolores. Porque comés su dolor o no, concomés frente al desencanto o no. A veces, lo único que te queda es ir subsumido en el intento de salvarte, pero no te sale, porque inmediatamente como un rayo que cae a tus pies, desde el auricular irrumpe con toda fuerza "Horses latitudes",esa canción de The Doors que te llega a lo más profundo de las tripas, donde Morrison te escupe y te grita que “La verdadera tripulación ha muerto”… que “estamos frente a un instante violento”.  Heme ahí, en un hiato, en medio de una sensación de colapso visual, donde los edificios de Av. de Mayo comienzan a derretirse y los rostros sin cara acompañan como coro espectral a la sinfonía dirigida por los hijos de yuta.

Por suerte la playlist tiene Marley and The Wailers y ahora la sinfonía es avivada por la utopía, porque esas caras descartables ahora corean que “Ninguna bala puede pararlos, ni rogarles, ni someterlos NUNCA MÁS”, y que algún día estarán en el baile bailando "Jammin".

Ahora sí…"Discúlpenme mientras enciendo mi porro / Oh Dios, tengo que elevarme / de la realidad que no puedo atravesar / Por eso voy a quedarme con este riff".

Después no te quejes por la creciente in-seguridad, que no es otra cosa que insensibilidad, porque cuando le das la espalda al pueblo, las vidas que pudieron ser ya no serán y querrán salvarse como puedan ¿Qué podés hacer por aquellos que viajan en una nave muy diferente a la tuya? Sólo míralos a los ojos, sentí su dolor, dales una mano como sea, aunque sea ínfima. Escúchalos, dalos por vivos, ¡jamás los entierres…DESPIERTA!

“El Arzobispado tiene estacionamientos en la Ciudad que no pagan Ingresos Brutos, IVA ni Ganancias”

24.8.2018

El diputado del Frente de Izquierda de la Ciudad, Gabriel Solano, aportó nuevas pruebas sobre terrenos y negocios de la Iglesia con exenciones impositivas en la Ciudad de Buenos Aires y reforzó la convocatoria a un acto en la puerta de la Catedral para denunciar este régimen de privilegios que se realizará el lunes 27 de agosto 12:00hs

“En los últimos días han llegado denuncias de estacionamientos ubicados en la Ciudad, explotados por el Arzobispado de Buenos Aires que están exentos del pago de Ingresos Brutos, IVA y Ganancias. Esto figura en los tickets que entregan a sus clientes. Un verdadero despropósito ya que ni siquiera cumple una función de culto, es un negocio liso y llano” denunció Solano.  

Sobre las negociaciones para reducir el aporte del Estado al sueldo de los Obispos señaló: “La suma que representa es marginal, el 7% del dinero que maneja la Iglesia, mientras en la Ciudad de Buenos Aires se mantiene la exención impositiva de centenares de millones de pesos sobre el ABL e Ingresos Brutos y se subsidian servicios desde la dictadura. Se trata de una maniobra pactada entre el Gobierno y el Episcopado para atenuar el impacto político que traen aparejados el sostenimiento material del Estado a la Iglesia Católica”.

“La razón de fondo para que se mantenga este millonario sostén del Estado a la Iglesia es que Macri no puede prescindir de la contención social que esta brinda en un contexto de ajuste brutal”, continuó Solano.

Para concluir convocó a un acto en la puerta de la Catedral para denunciar este régimen de privilegios que se realizará el lunes 27 de agosto 12:00hs. “Queremos que la población de  la Ciudad conozca este millonario sostenimiento que luego se utiliza contra derechos elementales de las mujeres y la juventud de la Ciudad como la Educación Sexual Integral y el aborto legal, seguro y gratuito.

Un frazadazo por los derechos de las personas en situación de calle

23.8.2018

La actividad es para visibilizar la problemática que sólo en CABA afecta a 6.337 personas y causa 100 muertes por año. “La gente en situación de calle no muere de frío, la mata la desidia y violencia del Estado”, afirma Horacio Avila, referente de Proyecto 7 (organización integrada por gente en situación de calle).

Este 23 de agosto más de 20 organizaciones, convocadas por Proyecto 7, realizan un frazadazo para llamar la atención de las autoridades estatales y visibilizar una situación que pocos quieren ver: en la Argentina más de 27 mil personas que se encuentran hoy viviendo en la calle o en riesgo de caer en esa situación, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires la cifra asciende a 6337.

Bajo las consignas #LaCalleNoEsUnLugarParaVivir y #AVosTambiénTePuedePasar, reclaman el cumplimiento de la ley 3706 de Protección y Derechos de las Personas en Situación de Calle y la sanción de una ley equivalente a nivel nacional. A su vez, denuncian que el Gobierno porteño incumple la ley en lo básico.

La crisis social, política y económica que atravesó la Argentina a fines de la década del ’90 y estalló en diciembre de 2001 empujó a miles de personas a la calle. Lejos de encontrar una solución, en la última década la problemática se agudizó.

En este contexto, en el año 2003, es que se conformó en la Ciudad de Buenos Aires una organización integrada por personas en situación de calle: Proyecto 7 – Gente en situación de calle.

Un año antes, en el 2002, Horacio Avila se quedó sin techo por no poder pagar el alquiler de su vivienda. Durante cinco años alternó changas y trabajos semi estables, durmió en plazas y umbrales de edificios. Hoy, a los 55 años, es uno de los referentes de Proyecto 7. “Aunque parezca utópico, nuestro mayor objetivo es dejar de existir y que no haya más gente en situación de calle”, lanza en esta entrevista.

En promedio, la situación de calle provoca casi 100 muertes anuales en toda la ciudad de Buenos Aires. “Es mentira que el frío mata, lo que mata es la desidia y violencia del Estado”, sostiene Ávila, y agrega: “el resto del año nadie se ocupa de la problemática y en el invierno todos salen a ponerse la bandera en situación de calle y nos parece muy deprimente la gente que hace estas cosas. La sociedad no puede tomar como natural que las personas mueran en la calle”.

Indiferencia, maltrato policial y la violencia en los organismos públicos como los hospitales son algunas de los dramas que cada día tienen que afrontar las 6.337 personas que –según Proyecto 7- se encuentran en situación de calle en la Ciudad de Buenos Aires. “Del total, cerca de 1500 son abuelos, y un abuelo se muere sentado de frío”.

“La creencia popular es que alguien está en situación de calle porque consume, pero el censo que hicimos da cuenta de que el 60% de la población consume a partir de que comienza a transitar la situación de calle como una forma de sobrellevarla”, explica el referente de la organización.

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