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Superclásico: Macri y Bullrich niegan la hipótesis de una interna policial

26.11.2018

Por Emilia Leone

Luego de su retiro vacacional, el presidente Mauricio Macri habló de la escandalosa suspensión de la superfinal entre River y Boca

Aunque no estaba previsto, el presidente habló en la Casa Rosada acompañado por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y el ministro de Justicia Germán Garavano. En su intervención, apuntó contra la Justicia por la suspensión de la Superfinal entre River y Boca y adelantó el llamado a sesiones extraordinarias en el Congreso para tratar, entre otras cosas, un proyecto que "endurece las penas" contra los barrabravas.

Por extensión, como parte de su discurso criminalizador, el presidente llamó a "rechazar a los violentos" y a "las mafias que muchas veces están detrás de este tipo de violencias". Además, calificó de "bochorno" a la agresión que sufrió el micro de Boca, en las cercanías del estadio de River.

"Tenemos fallas en el sistema" de organización de los partidos de fútbol, dijo Macri, y acusó a "parte de la dirigencia que apaña este tipo de cosas, que apaña como una conducta razonable tiras piedras, agredir, violentar, y claramente esto no es aceptable".

“¿Cómo puede ser que esas personas estén libres a las horas? No lo entiendo", sostuvo en lo que fue interpretado como un cuestionamiento al Poder Judicial. Además, Macri apuntó que "el jefe de Gobierno, como responsable, está estudiando y viendo cómo perfeccionar" el operativo para cuando se realice el partido, y destacó que “mas allá de los operativos policiales, no puedo resignarme a que haya que militarizar toda la zona, toda la ciudad”, ante un evento como este.

Sin embargo, lejos de una simple "falla", de una “falta de control” o de un “Estado ausente” para garantizar un espectáculo como el Superclásico, lo cierto es que la estrecha relación entre la dirigencia de los clubes, los funcionarios de gobierno, las fuerzas de seguridad y los llamados "barrabravas", no puede ocultarse.

Así lo demostró una vez más, con sus declaraciones, la ministra Patricia Bullrich, quien no se había pronunciado hasta ahora por los escandalosos hechos. Tras explicar que el proyecto "tipifica como delitos penales y no como contravenciones todas las conductas violentas que se realizan durante un evento deportivo”, Bullrich agregó que van a obligar a los barras que tienen prohibición de entrar a la cancha a que se presenten “en predios especiales tres horas antes de los partidos". Igual que Mauricio Macri, negó que hubiera existido una interna policial y una zona liberada para permitir el accionar de los violentos.

Como señaló en este diario el periodista deportivo Augusto Dorado, "que las barras de fútbol ’trabajan’ para intendencias, burocracia de los sindicatos o dirigentes de distinto pelaje en constante ’equipo’ con las fuerzas de seguridad no es ningún secreto". Basta con recordar el rol que tuvieron como parte de la patota de la cúpula de la Unión Ferroviaria que asesinó al militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra durante una medida de los trabajadores tercerizados del ferrocarril.

En una ciudad que en pocos días estará sitiada de cara a la realización del G20, para proteger a los responsables de las guerras y el hambre en el mundo, no faltan, por supuesto, las hipótesis de que estos hechos estuvieron ligados a una interna entre los ministerios de seguridad (Ciudad-Nación) y a acuerdos de sectores de la Policía con la barra brava de River para que ocurriera la agresión, con la la zona liberada.

En vísperas de ese operativo que coordina la cuestionada ministra de Seguridad Patricia Bullrich, el hecho despierta por ello una alarma mayor. Como se sabe, para el evento que recibirá a los presidentes de los países que lo integran, la ministra desplegará 22 mil efectivos de fuerzas federales. Además, habrá Policía de la Ciudad, Bonaerense y efectivos de los mandatarios extranjeros, como Donald Trump que será acompañado por mil de ellos.

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