CARTA DE LA COORDINADORA DE MEDIOS DE LA CABA
CARTA DE LA COORDINADORA DE MEDIOS DE LA CABA
A los senadores del Distrito Ciudad Autónoma de Buenos Aires
19.11.2009
Samuel Cabanchik (samuel.cabanchik@senado.gov.ar)
María Estensoro (maria.estensoro@senado.gov.ar)
Daniel Filmus (daniel.filmus@senado.gov.ar)
Ref.: Ley de Medios audiovisuales
De nuestra consideración:
En relación con el tema de referencia y a la luz (y sombras) del debate abierto a tal efecto, nos permitimos en nuestro carácter de editores propietario de medios zonales independientes, elevar a su consideración los siguientes comentarios:
- Nuestro ámbito natural es el barrio, la Comuna, el área metropolitana y hasta el mundo todo, a través de nuestras ediciones web.
- La opinión independiente de nuestra gente se distribuye gratuitamente –entre varios miles de lectores y oyentes- gracias al aporte de nuestros anunciantes y a una pequeña pauta del Gobierno de la Ciudad.
- Nuestros lectores u oyentes son mayoritariamente vecinos del barrio, pero son también por ende vecinos de la Ciudad y, fundamentalmente, habitantes de la Nación.
- El precio de tapa de muchos medios nacionales junto al avance de las nuevas tecnologías, priva a sectores medios y bajos del contacto con la información; y es allí donde hemos ganado espacio los medios de distribución gratuita.
- En este sentido, a nuestros barrios llegan “El Argentino” y “La Razón”, dos opiniones bien distintas de dos monopolios enfrentados, pero bendecidos por la pauta oficial.
- La ley del epígrafe se presenta como “la ley de la democracia” (aseveración que es verdadera) y de carácter plural (que es falsa). Nosotros, los medios zonales, nos sentimos ignorados y como tal, discriminados.
- El nuestro es un periodismo social que interactua entre el poder y los vecinos, en pos del bienestar de la comunidad. Cualquier información nacional de interés público (como su propia campaña o actos legislativos) es tratada en nuestras páginas sin ninguna pauta oficial y, como diría Lerner, “todo a pulmón”.
Es por ello que, cuando el debate en el Senado pasa por definir el Boca-River de los poderosos, se siguen olvidando de los clubes de barrio.
Senadores, saquen del singular a los que eligen e inclúyanlos en la pluralidad de una verdadera ley de la democracia.