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Fin de año tras las rejas

 

Fin de año tras las rejas
23.12.2010

 

Aunque con algunas absoluciones inesperadas, en el cierre de 2010 se dictaron sentencias en Córdoba, Salta, Mar del Plata y Ciudad de Buenos Aires contra represores por delitos de lesa humanidad.

El martes pasado el capitán de navío Justo Ignacio Ortiz, el contralmirante Roberto Luis Pertusio (ambos miembros de la Armada Argentina) y el general de brigada del Ejército Alfredo Manuel Arrillaga fueron condenados a prisión perpetúa por crímenes de lesa humanidad, cometidos en el centro clandestino de detención que funcionó en la Base Naval de Mar del Plata.
Es la primera vez que la justicia condena a dos marinos por violaciones a los derechos humanos, confirmando con este fallo que en esa localidad costera el Ejército y la Armada actuaron en conjunto.
Pertusio fue sentenciado por el secuestro, las torturas, el homicidio y el hurto agravado contra Tristán Roldán y Delía Garaguzzo, desaparecidos en septiembre de 1976. Garaguzzo estaba embarazada de tres meses, por lo que la hermana de Roldán aún continúa la búsqueda de su sobrinx.
Ortiz fue condenado por el secuestro, las torturas y el homicidio de Liliana Retegui, Patricia Lazeri, Liliana Iorio, Tristán Roldán y Delia Garaguzzo. Además se le imputó el secuestro y las torturas a Luis Salvador Regine, Stella Marís Nucúez y Nancy Ethel Carricabur, sobrevivientes del CCD.
Arrillaga fue condenado por el secuestro, las torturas y el homicidio de Raúl Bourg y por el secuestro y homicidio de Alicia Rodríguez de Bourg, mientras que fue absuelto por el secuestro y las torturas sufridas por Salvador Regine y las torturas contra Alicia Rodríguez de Bourg.
En la sentencia por los delitos cometidos en el circuito represivo conocido como ABO, que abarcaba los CCD Club Atlético, Banco y Olimpo, y operaba en jurisdicción del Primer Cuerpo del Ejército, también hubo absoluciones.
El martes pasado, el Tribunal Oral Federal 2 condenó a prisión perpetua a los ex policías Julio Simón (alias “El Turco Julián”), Samuel Miara y a otros 10 imputados por crímenes de lesa humanidad cometidos. En tanto, el ex agente civil del Ejército Raúl Guglielminetti, el ex jefe del Batallón de Inteligencia 601, coronel Carlos Tepedino, su subalterno, Mario Gómez Arenas, y el ex policía federal Ricardo Taddei recibieron 25 años de cárcel. Pero el veredicto se completó con la absolución del ex policía federal Juan Carlos Falcón, de quien se ordenó su inmediata libertad (los fundamentos se conocerán el próximo 22 de marzo a las 13.30).
Todos fueron juzgados por 181 casos de privación ilegal de la libertad y aplicación de tormentos y cinco homicidios (Isidoro Pena, Jesús Peña, Santiago Villanueva, Elio Serra Silvera y Cristina Carreño Araya, quienes se encuentran desaparecidos)
Enrique Fukman, de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, afirmó en declaraciones a Agencia Púlsar, que fue la primera vez que se juzgó a un conjunto de represores, por lo que se comienza a dar cuenta de la magnitud de lo que sucedió en el país durante esos años. “Es un paso importante, esperamos que se empiece a juzgar al conjunto de represores que actuaron en un determinado lugar, en este caso circuito represivo, y no a uno o dos casos”, señaló.

Los mil y un obstáculos
 

Los militares retirados Carlos Alberto Mulhall, Miguel Raúl Gentil y Hugo César Espeche fueron condenados a prisión perpetua por el fusilamiento de once presos políticos ocurrido en 6 de julio de 1976, en un paraje conocido como Palomitas, en el Departamento de General Güemes, a más de treinta kilómetros de la capital de Salta. Por eso estos hechos son conocidos como la Masacre de Palomitas.
La sentencia la efectuó el juez Olivera Pastor, quien ahora deberá decidir la forma de cumplimiento de la condena por parte de Mulhall, de 81 años, y de Gentil, de 80, los dos con arresto domiciliario, y de Espeche, de 65, quien había sido excarcelado a mediados de 2010 por la prolongación de su prisión preventiva, por lo que Pastor ya ordenó su inmediata detención.
Esta condena llega tras ocho años de esfuerzo y trabajo por parte de los querellantes. Jueces amigos de los imputados, cambios de jurisdicción, discusiones jurídicas, anulación del proceso estiraron la elevación a juicio de esta causa, en la que aún hoy hay otros seis procesados con prisión preventiva en condiciones de recibir sentencia.

Una y una
 

Ayer se conoció en Córdoba la sentencia por los tormentos y asesinatos cometidos en la Unidad Penitenciaria Nº 1 del barrio de San Martín, en la jurisdicción del III Cuerpo del Ejército entre abril y septiembre de 1976. En esos meses, fueron fusilados 31 presos que se alojaban en la Unidad. Además, se sumó a esta causa el expediente “Gontero” (por el secuestro y tortura a cinco ex policías y al hermano de uno de ellos).
El Tribunal Oral Federal 1 de Córdoba condenó a prisión perpetua e inhabilitación absoluta perpetua a los represores Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez.
La misma pena recibieron otros trece militares y policías. Ocho recibieron penas de entre 14 y 6 años.
El tribunal ordenó el inmediato alojamiento de Videla en una cárcel común, mientras que Menéndez deberá someterse a una revisión médica que determinará “si se encuentra en condiciones" de cumplir la condena en una cárcel provincial (aunque por las imágenes de su declaración, horas antes de conocerse la sentencia, no debería ser necesaria esa revisión).
Para Videla ésta es la primera condena a perpetua desde que fue indultado (en este caso, fue encontrado “penalmente responsable de los delitos de torturas agravada por tratarse de perseguidos políticos”. Además, del “homicidio calificado por alevosía”); en cambio, Menéndez, sumó su quinta condena (en este juicio fue declarado culpable y responsable por la aplicación de torturas seguidas de muerte).
Pero el sabor amargo llegó con las siete absoluciones. Ellos son: Ricardo Cayetano Rocha, Francisco Pablo D’Aloia, José Antonio Paredes, Luis Alberto Rodríguez, Gustavo Rodolfo Salgado, Luis David Merlo. Además de Osvaldo César Quiroga, que en 1976 integró una de las secciones del Regimiento de Infantería Aerotransportada II de Córdoba. Quiroga fue absuelto por los fusilamientos de Hugo Vaca Narvaja, Higinio Toranzo y Gustavo De Breuil. El 12 de agosto de 1976 retiró a cuatro detenidos de la UP1. Los trasladó atados, vendados y en el piso de un camión. Fusiló a tres. El cuarto era Eduardo De Breuil, hermano de Gustavo, quien testimonió que la persona a cargo del operativo fue siempre la misma. El propio Quiroga dejó asentada su firma y se responsabilizó de sacar a los detenidos.
A pesar de ello, el tribunal lo absolvió, decisión que será apelada por la fiscalía y los abogados querellantes.

Lo que sigue
 

En lo que queda de diciembre y en enero continuarán las audiencias por los crímenes cometidos en los CCD El Vesubio y ESMA, el juicio a Luis José Ricchiutti (ex miembro de Inteligencia del Batallón 601 de Campo de Mayo) y Élida Renne Hermann por la apropiación de la hija de los desaparecidos Beatriz Recchia y Antonio Domingo García, la Causa "Díaz Bessone" (ex- Feced) en Rosario, Juicio a Patti, Bignone y otros 2 genocidas en José León Suárez, en San Martín. Mientras que en febrero continuará el juicio que se realiza en Chaco por la Masacre de Margarita Belén.

 

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