Larreta rechaza la reactivación de un programa para adolescentes en situación de vulnerabilidad
9.5.2020
Por Patricio Abalos Testoni
Desde el GCBA se suspendió la continuidad del Programa Adolescencia basado en la recreación educativa con diversas actividades y un acompañamiento en las situaciones que atraviesan los pibes. Desde los trabajadores se propuso continuar las tareas de forma virtual para no abandonar a más de 9000 adolescentes, pero los funcionarios les negaron esa posibilidad y mantienen la suspensión.
El 31 de marzo las autoridades del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat decidieron interrumpir el Programa Adolescencia, por la cuarentena y la emergencia sanitaria a raíz del virus Covid-19. Desde entonces más de 9000 adolescentes que se inscribieron a principios del año y los trabajadores del programa no tuvieron novedades sobre la reactivación del mismo.
El programa está basado en el derecho de los adolescentes a la recreación educativa a partir de actividades culturales, tecnológicas y deportivas, pero un elemento fundamental es que a raíz de estas tareas se hace un seguimiento de las situaciones donde los derechos se encuentren vulnerados. La mayoría de las veces, a partir de la inscripción se permite que no solo los adolescentes, sino toda su familia, puedan acceder a más recursos para paliar situaciones de vulnerabilidad, por lo que se trabajan con diversas estrategias de acompañamiento según cada situación. Por ende la suspensión actual va mucho más allá de la no asistencia a una actividad.
En consecuencia desde los trabajadores, que son los que conocen estas realidades, se propuso que se pueda hacer un acompañamiento de forma virtual para realizar las tareas ya que el paso del tiempo es una forma de potenciar la fragilidad de las situaciones en las que viven estos adolescentes y sus familias. Increíblemente desde los funcionarios negaron esta posibilidad.
Desde la Junta Interna de ATE Promoción Social sacaron un comunicado donde afirman: “La falta de firmas de estos convenios y la negativa de continuar bajo otras modalidades, hace que se dificulte la posibilidad de garantizar los 446 talleres ofrecidos para esta población que no tiene otra forma de acceder a los mismos. (…) Además la gravedad de esta situación hace que también estos adolescentes como sus familias -que están con dificultades económicas y de habitabilidad- tampoco puedan seguir cobrando la beca que se les da. La importancia de este programa para esta población radica también en que el mismo ha funcionado como nexo territorial para que esta población pueda acceder a otros servicios estatales.”
A todo esto se suma la situación de los trabajadores del programa, porque la suspensión implica el desarme de los equipos profesionales de las instituciones y quedan más de 1000 trabajadores sin su salario.
En este año 13000 jóvenes se inscribieron aunque solo había vacantes para 9000. Esto demuestra la necesidad del Programa Adolescencia para miles de adolescentes. Y con la creciente situación de vulnerabilidad que está habiendo con la crisis económica potenciada por la pandemia, hace más necesario el funcionamiento del mismo, aunque sea de forma virtual. Hay que tener en cuenta que más del 35% de los adolescentes del programa viven en villas, que hoy están sufriendo una situación alarmante entre el crecimiento de contagiados por coronavirus, la falta de servicios básicos como el agua o la luz y la situación de pobreza.